El ministro inaugura el XII Congreso de Multinacionales por España subrayando la relevancia de estas empresas para la economía española
Buenos días, por fin lunes. Es un placer estar aquí con vosotros hoy. Muchas gracias, Paloma [Cabrera, presidenta de Multinacionales con España], por la invitación y a todos por estar aquí, porque sé que tenéis una agenda muy cargada.
Hoy va a ser un día de discusiones y de alimentar un debate esencial, que es el debate de la aportación de las multinacionales al crecimiento, pero que no deja de ser una parte del debate general sobre el futuro de la economía española y, por lo tanto, el futuro de nuestro país.
Yo si pudiera dejaros con un único mensaje, quisiera que sea un mensaje de optimismo, un mensaje de optimismo con respecto al futuro de nuestra Unión Europea, y aquí sé que vendrá luego mi amigo Enrico Letta para apoyar, seguro, estas palabras, pese a todos los retos que tenemos por delante. Como decía, un mensaje de optimismo con respecto al futuro de la Unión, pero también un mensaje de optimismo con respecto al rol de España en ese futuro de la Unión. Yo suelo decir que este es el momento de Europa, hay una enorme ventana de oportunidad que hay que aprovechar, pero es también el momento de España dentro de Europa.
La palanca, sin ninguna duda, que tenemos que utilizar para aprovechar este momento es el crecimiento. El crecimiento resume muchos elementos, pero tenemos claro yo, por lo menos en las numerosas conversaciones, reuniones que tengo con empresarios, con agentes sociales, con la ciudadanía, que el crecimiento tiene que ser la palanca a futuro.
Sabemos cómo tenemos que crecer de manera sostenible, el factor esencial es la inversión. Necesitamos seguir incrementando el peso de la inversión en nuestro crecimiento. La inversión viene de la mano de mayor productividad, que es uno de los mayores retos de nuestra economía, viene de la mano de mayor competitividad.
Pero no solo tenemos claro cómo tenemos que crecer, sino también el para qué, que es igual o más importante aún. Y tenemos que crecer para, precisamente, ir reforzando este modelo que hemos venido desarrollando en los últimos años, que es un modelo en el cual el crecimiento se traduce en una reducción de las desigualdades, que tú comentabas también, Paloma.
Reducción de desigualdades a nivel laboral, pero también, por supuesto, a nivel regional. Un modelo productivo donde podamos ir compaginando las distintas palancas del crecimiento que generen círculos virtuosos de empresas cada vez más grandes, empresas cada vez más productivas, empresas que compiten mejor a nivel internacional, que pueden atraer trabajadores más cualificados, permitirse mayores salarios. Ese es el modelo en el que queremos estar de aquí a futuro, aún más de lo que estamos hoy día.
Y permítame, precisamente, empezar con el contexto actual, cómo las cifras demuestran que, entre todos, estamos consiguiendo entrar en este círculo virtuoso. No hace falta que señale aquí, en este auditorio, dónde estamos en términos de crecimiento, y más aún en términos de crecimiento diferencial.
España está liderando, en este año 2025, por segundo año consecutivo, el crecimiento entre las mayores economías del mundo. Por segundo año consecutivo. Además, se prevé que hacia 2026 sigamos, por lo menos, doblando las perspectivas de crecimiento para la zona euro, es decir, nuestros principales socios. Por lo tanto, no sólo son buenas noticias hacia atrás, sino también hacia adelante, en cuanto a la sostenibilidad de estas cifras de crecimiento.
El pulso de crecimiento, además, se mantiene, porque estamos consiguiendo que el modelo sea un modelo equilibrado, y esto es fundamental. Es, sin duda, una de las claves.
Equilibrado en distintas dimensiones. Por supuesto, equilibrado en materia de la aportación del sector exterior, y aquí las multinacionales, como tú bien has dicho, Paloma, son un elemento esencial. Estamos teniendo una capacidad de financiación frente al exterior, ahorramos frente al exterior, cosa que no sucedía en etapas anteriores de crecimiento, por ejemplo, sin ir más lejos, en la etapa de inicios del siglo XXI.
Esta capacidad de financiación es el reflejo de un sector de mercancías o bienes competitivos a nivel internacional, incluso en este complejo contexto geoconómico, geopolítico.
Es también el reflejo de un sector de servicios que está teniendo cifras récord. Servicios turísticos, las exportaciones están llegando a nivel récord, pero también, en esencia, servicios no turísticos. Esto es otra de las señales de modernización de nuestra economía.
Exportamos más, y esto es poco conocido, en servicios no turísticos que en turismo. Exportamos en torno, esperamos este 2025, a 110.000 millones frente a 100.000 millones. 110.000 en servicios no turísticos, 100.000 en turismo. Esto da fe de esa modernización, de la capacidad de nuestras empresas de proveer servicios de mayor valor añadido y, por lo tanto, de seguir avanzando, como decía en esta línea, de una mayor productividad, de una mayor competitividad a nivel internacional.
La aportación de las multinacionales aquí, decía, es esencial, el 43% o más del 40%, dependiendo de los datos, de las exportaciones totales. Con una atracción, además, enorme en cuanto a cadenas de valor internacional, lo que no solo supone un elemento de ventaja económica o de valor competitivo, sino también de resiliencia en cuanto al enganche o al encadenamiento, en este caso, con respecto a nuestros principales socios comerciales.
El sector exterior es un elemento esencial de este modelo equilibrado. Responsabilidad fiscal, que viene de la mano de esa reducción de la deuda con respecto a PIB y del déficit con respecto a PIB. Recordad que, como consecuencia del COVID, tuvimos que incrementar nuestra deuda y nuestro déficit hasta niveles por encima del 120% en el caso de la deuda, por encima del 10% en el caso del déficit. Pues bien, ya hemos bajado desde ese pico, como consecuencia de la respuesta al COVID, más de 23 puntos porcentuales nuestra ratio de deuda PIB y el déficit estará este año en el 2,5% del PIB. Estas son cifras que nos posicionan dentro de Europa entre los países que son buenos alumnos, es decir, que no tienen desequilibrios macroeconómicos, pero tampoco tienen un déficit excesivo. Este es un elemento esencial para seguir recuperando, seguir teniendo y seguir desarrollando la confianza de los principales inversores, analistas y mercados.
Otro elemento esencial de este modelo equilibrado es la creación de empleo, donde, de nuevo, las grandes multinacionales tienen un rol esencial. Aquí me gustaría señalar, más allá de cifras de récord en términos de empleo, más de 22 millones de ocupados, mayor estabilidad con una tasa de temporalidad a nivel europeo, sí que me gustaría señalar el hecho de que estamos siendo capaces de contribuir a nuestro modelo de crecimiento con una elevada creación de empleo que viene de la mano de una mayor productividad por hora.
Estamos consiguiendo, en ese sentido, cuadrar el círculo de mejorar por el margen extensivo, pero también de hacer que nuestra producción sea cada vez más eficiente.
Más eficiente también en términos del consumo energético que supone la producción de España. En el periodo de crecimiento entre el 2001 y el 2008, este es un dato poco conocido, por cada punto que crecía nuestro PIB, nuestras emisiones de gases contaminantes crecían medio punto. En el crecimiento actual, gracias a nuestro modelo productivo mucho más eficiente en términos energéticos, por cada punto que crece el PIB, baja nuestra emisión de gases contaminantes en cuatro puntos. Esta es otra de las grandes diferencias que tiene el nuevo modelo de crecimiento español.
Y esta apuesta por las energías renovables, que es lo que está detrás de esta mejora, no solo es un elemento de competitividad, de mayor resiliencia, sino que además es un elemento de enorme atracción de inversión, inversión extranjera directa.
Aquí me gusta señalar, además de los datos que ha comentado Paloma, tenemos una base de datos del Financial Times, es una base de datos internacional que ayuda a comparar. Esta base de datos recoge los nuevos proyectos de inversión, los proyectos greenfield. Entre el año 2018 y 2024, España es el quinto país del mundo en nuevos proyectos de inversión productiva. El quinto del mundo. Si miramos dónde va esa inversión, somos el segundo en materia de energía renovable o el cuarto en materia de digitalización e inteligencia artificial. De nuevo, señales del equilibrio y la modernización de nuestra economía.
Y aquí me encanta que Paloma haya puesto el objetivo de ser los primeros, de ir liderando. Por supuesto que tenemos que ser ambiciosos y esa es la idea, es seguir mejorando estas enormes cifras. 20.000 empresas en España ahora mismo con capital extranjero, que contribuyen a esos 4,6 millones de puestos de trabajo, 2 millones directos y 2,6 indirectos.
Pero hay más, las señales de modernización de nuestra economía vienen también de la mano de la innovación. El desarrollo del ecosistema innovador, eso es poco conocido o se habla poco, pero España ahora mismo tiene más de 8.000 startups. Esas 8.000 startups han supuesto que en los últimos años estamos siendo el tercer país con mayor crecimiento en términos de valoración de las empresas innovadoras. Estas empresas que están liderando en los sectores de futuro el crecimiento a nivel internacional. De hecho, cuando vamos fuera, España es un referente en este ámbito. Y en esto, por supuesto, decir también que la aportación de las multinacionales es esencial con esa decisión de muchas de vosotras de localizar en España los centros de I+, D, de desarrollo y de innovación, que supone un impulso adicional a este ámbito.
Y la última pata que sí que me gustaría señalar, que cierra también este círculo virtuoso, es cómo estamos consiguiendo crecer y que este crecimiento revierta en una mejora del poder adquisitivo de los ciudadanos. No sirve de nada crecer sin ese para qué, y en este caso España está entre los países de la OCDE, de nuevo, que más renta real ha recuperado, es decir, donde los ciudadanos, los hogares están recuperándose más rápido ante el shock de inflación, de subida de precios que hemos vivido en los últimos años. Falta camino por recorrer, pero es cierto que gracias al crecimiento que hemos tenido tenemos una reducción de la desigualdad, una reducción de la pobreza y, como decía, una mejora del poder adquisitivo de los ciudadanos, particularmente en aquellos segmentos de renta más bajos, entre otros elementos, gracias a medidas como la subida del salario mínimo interprofesional.
En definitiva, lo que tenemos y lo que me gusta remarcar siempre es, ahora mismo, un círculo virtuoso en marcha. Un círculo virtuoso que está generando confianza, confianza de los analistas, confianza de los inversores, muchos de ellos aquí presentes, también inversores en términos de mercados financieros. Lo vemos en la evolución de la prima de riesgo de la economía española, en nuestra deuda emitida por el Tesoro, donde tenemos una prima ahora mismo a niveles previos a 2009. Lo vemos también, por supuesto, como resumen, en la confianza de las agencias de rating que, como sabéis, en las últimas fechas no han hecho otra cosa sino que mejorar sus perspectivas para España y su calificación de nuestra solvencia.
Sin embargo, y me gustaría terminar con la visión hacia adelante, una visión pragmática, realista, siendo conscientes de que no faltan retos hacia adelante y que para afrontar esos retos, evidentemente, tenemos que ir de la mano del sector empresarial y, en concreto, el importante rol que creemos que debéis jugar las multinacionales.
Por nuestra parte, desde luego, mi gran objetivo es seguir generando las condiciones adecuadas para que se dé esa palanca de crecimiento, ese crecimiento en la inversión que contribuya a generar riqueza y que luego podamos, efectivamente, tener esa riqueza con un reparto cada vez más igualitario que genere de nuevo este círculo virtuoso hacia adelante.
¿Cómo estamos nosotros previendo seguir manteniendo, generando condiciones para mejorar la inversión?
- Simplificación normativa, reducir la carga administrativa, burocrática de nuestras empresas, desde grandes a pequeñas, no sólo con la agenda que viene desde Europa, sino con una agenda doméstica propia.
 
Ya sabéis que hemos lanzado el Régimen 20 en España, que deriva de la idea de Letta ― de la cual él les hablará más tarde, estoy convencido ―, pero que no es otra cosa que promover, más allá de las 17 comunidades autónomas y dos ciudades autónomas, un régimen adicional que ayude a simplificar, a homogenizar, a armonizar la regulación y, por lo tanto, a reducir ese coste, esas cargas para nuestras empresas a nivel nacional, reduciendo la fragmentación en nuestro mercado interior. Con pasos también que queremos seguir dando hacia adelante, más allá de nuestro mercado interior, con nuestros vecinos, con Portugal. Y luego hacer efecto mancha de aceite, hacer cada vez un mercado más integrado con nuestros principales socios europeos, porque son nuestro principal mercado.
- Más allá de esto, por supuesto, la apuesta por la innovación, la modernización, la digitalización, como otra palanca clave para anclar, en este caso, las mejoras tangibles que nos permite la digitalización. Desde apoyar esa reducción de cargas administrativas, a modernizar también, por supuesto, la relación entre las empresas grandes y las pequeñas, mejorando, por ejemplo, su día a día. En este caso, elementos hacia los periodos medios de pago. Hay numerosos factores donde podemos, con mejoras, en este caso, como decía, de digitalización, de modernización, de la relación entre nuestras empresas y de empresas con la administración pública, permear o mejorar la situación y, por lo tanto, el día a día de nuestras empresas, afectando directamente a su productividad.
 
- La tercera pata es la financiación, mejorar, diversificar, aumentar, reducir los costes de la financiación a las empresas, de nuevo, tanto grandes como pequeñas. Aquí estamos haciendo enormes esfuerzos, a nivel doméstico, con un crecimiento por parte del Ministerio del rol de ICO, de la mejora y del impacto que pueda tener ICO en las condiciones y en el acceso a financiación de empresas medianas, pequeñas, pero también grandes. Y, luego, con una apuesta clara por seguir profundizando esa liquidez de los mercados de capitales. Tanto nuestro, el doméstico, como la conexión de nuestro mercado de capitales con el europeo. La semana pasada, sin ir más lejos, planteamos una nueva innovación junto con el Banco de España para desarrollar el mercado de titulizaciones, tanto en España como a nivel europeo.
 
Pero, de forma más general, estamos avanzando en Europa. España está liderando el proyecto europeo a través de la creación del Laboratorio de Competitividad, que no es otra cosa que ser capaces de plantear que en Europa se avance cuando tenemos cuatro o cinco países que quieren avanzar, lo que se conoce como las coaliciones de los voluntarios, las coalitions of the willing. Llevamos ya prácticamente un año trabajando con nuestros principales socios, poniendo un contexto como vosotros conocéis seguro, a modo banco de pruebas o sandbox, donde los países, de la mano de la Comisión Europea, podemos ir avanzando sin requerir que para cada proyecto estén los 27 de inicio, sino que la idea es que cuando tenemos cuatro o cinco países, como decía, que quieren avanzar en proyectos de integración de mercado de capitales, en proyectos de integración de mercado interior, puedan hacerlo, y todo aquel que se vaya queriendo unir se vaya uniendo sobre la marcha. Esto es generando, en cierto modo, lo que los británicos llaman el fear of missing out, ese miedo a perderse algo bueno que está pasando en Europa y que eso genere de abajo arriba un elemento, una potencia de fuego también a nivel de integración.
- Cuarto elemento importantísimo para nosotros, el refuerzo y el desarrollo del talento en España. El ser capaces de acercar las habilidades de los trabajadores a las cualificaciones que va requiriendo un tejido productivo cada vez más modernizado, cada vez, en este caso, más adaptado a las tecnologías y a las industrias de futuro. Este es otro de los grandes retos, donde estamos avanzando a través de la formación profesional dual, pero donde nos queda camino para cerrar esa brecha entre las vacantes que existen ahora mismo y la todavía elevada tasa de desempleo, particularmente de nuestros jóvenes en nuestro país.
 
- El último punto que sí que me gusta destacar aquí es seguir apostando por el desarrollo de unas infraestructuras líderes a nivel mundial. Cuando hablo de infraestructuras, hablo de infraestructuras energéticas, digitales y físicas, o de transporte y logística. Yo creo que este tiene que ser otro de los elementos que nos posicione como un hub de atracción de inversión.
 
Y aquí una de las ideas esenciales, vayamos donde vayamos, siempre es que España es un punto de conexión, un puente entre América Latina y Europa, entre Oriente Medio y Europa, entre los países de Asia y América Latina. Tenemos que seguir siendo ese puente de conexión y en gran medida esto pasa también por seguir fomentando o seguir apostando por una red, como decía, de infraestructuras puntera a nivel internacional.
Y contamos, como decía antes, con vosotros, con las multinacionales, para seguir redoblando este esfuerzo y hacerlo de manera conjunta, porque al final lo que estamos haciendo en este caso todos es apostar por España.
Es una jornada hoy yo creo que importante para escucharos, para debatir precisamente sobre cómo alimentar este círculo virtuoso, que son las ideas que nosotros queremos y con las que queremos seguir, como he dicho anteriormente, combatiendo los retos que tenemos por delante.
Las multinacionales tenéis un papel esencial, y ya con esto termino, para fomentar el crecimiento en España. Lo decía al principio, sabemos cómo crecer y sabemos para qué tenemos que seguir creciendo.
En este caso, por lo tanto, y centrándome en el para qué, yo creo que las multinacionales tenéis que liderar en España un proceso que suponga una vertebración, una mayor cohesión en materia de responsabilidad social. Y esa cohesión en materia de responsabilidad social tiene un elemento vertebrador regional que es fundamental a través de inversiones, de la generación de redes en España que contribuyan a un desarrollo más igualitario, pero también tiene un elemento de mejora continua en las condiciones laborales y en particular las de nuestros jóvenes.
De nuevo, yo creo que podemos enganchar un círculo virtuoso que contribuya a un desarrollo cada vez más sostenido, cada vez más próspero, tanto de vuestras empresas como de nuestro país.
Muchísimas gracias.