San José asegura que “reparar no es olvidar, sino construir un nuevo equilibrio basado en la verdad, el respeto y la responsabilidad compartida”
- La consejera de Justicia y Derechos Humanos destaca, en la inauguración del VI Foro Jurídico de Gipuzkoa, que la justicia restaurativa aporta humanidad, diálogo y reparación al sistema penal
La consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, ha asegurado hoy que “reparar no es olvidar, sino construir un nuevo equilibrio basado en la verdad, el respeto y la responsabilidad compartida”, y ha apostado por impulsar la justicia restaurativa porque aporta “humanidad, diálogo y reparación” al sistema penal.
San José ha participado esta tarde en San Sebastián en la inauguración del VI Foro Jurídico de Gipuzkoa, un encuentro centrado en la justicia restaurativa organizado por El Diario Vasco en colaboración, además de con el Departamento que dirige, con el Ilustre Colegio de la Abogacía de Gipuzkoa (ICAGI), el Colegio de Procuradores y el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.
Bajo el título ‘Justicia restaurativa. Cómo reparar el daño cuando se comete un delito’, el centro cultural Tabakalera ha acogido este foro que ha contado con la presencia de más de 150 personas entre miembros del equipo de Justicia y Derechos Humanos del Gobierno vasco, representantes institucionales, miembros de la judicatura, la fiscalía o la abogacía, entre otros ámbitos.
Durante su intervención, la consejera ha subrayado que “la justicia no se agota en la sanción del delito”, defendiendo que la tarea de las instituciones, los profesionales del derecho y la sociedad debe orientarse también a “atender al daño causado, escuchar a las víctimas, favorecer la responsabilización de quien ha infringido la norma y reconstruir los lazos sociales que el delito quiebra”.
Responder a las emociones y necesidades de las víctimas
En este sentido, ha reconocido que durante mucho tiempo el proceso penal se ha configurado como un escenario “adversarial centrado en determinar la culpabilidad y aplicar una pena”. Y, aunque esa función sigue siendo esencial “porque la ley penal reafirma los valores de convivencia que nos protegen, el sistema punitivo, por sí solo, no siempre logra responder a las emociones, preguntas y necesidades que surgen después de un delito”.
La consejera ha insistido en que la víctima puede necesitar algo más que una sentencia. “Necesita ser escuchada, comprendida y reconocida, y el infractor, si quiere asumir su responsabilidad, necesita un espacio que le permita hacerlo con autenticidad y con consecuencias reparadoras, y la justicia restaurativa, precisamente, “aporta ese espacio, un ámbito de diálogo, de reconocimiento y de reparación que no sustituye al proceso penal, sino que lo completa y lo humaniza”.
San José ha recordado que Euskadi cuenta con una Estrategia Vasca de Justicia Restaurativa, sustentada en tres ejes: la formación de los operadores jurídicos, la consolidación de los servicios de justicia restaurativa en coordinación con los de atención a las víctimas y gestión de penas, y la difusión social. “Una cultura restaurativa no se construye solo en los tribunales, sino también en la sociedad civil, en los colegios y en los medios de comunicación”, ha destacado.
Durante su discurso, la titular de Justicia y Derechos Humanos ha señalado que las experiencias desarrolladas en Euskadi desde 2007, y especialmente desde 2018, han obtenido resultados positivos: “Las víctimas que participan en procesos restaurativos expresan un mayor grado de satisfacción, los infractores muestran menor reincidencia y las comunidades recuperan confianza en la justicia”.
Finalmente, y tras recordar que el Departamento que dirige trabaja ya en el anteproyecto de una ley sobre esta materia, ha hecho un llamamiento a seguir avanzando hacia “una justicia más humana, participativa y centrada en las personas”, reforzando la colaboración entre instituciones y profesionales. “Sin conocimiento ni compromiso no puede haber transformación”, ha concluido.
