Romper el silencio: Juventud e Infancia presenta el mayor estudio sobre violencias contra niños, niñas y adolescentes en España
Madrid, 9 de octubre de 2025.- Las personas que más sufren cualquier tipo de violencia durante la infancia o la adolescencia son las niñas y mujeres adolescentes, las personas LGTBIQ+, las personas migrantes, quienes cuentan con un nivel de estudios inferior a los universitarios, o aquellas que cuentan con algún grado discapacidad. Así lo recoge el estudio sobre ‘Prevalencia de la violencia contra la infancia y la adolescencia’, presentado hoy por el Ministerio de Juventud e Infancia.
El informe ha sido elaborado por Sigma Dos a través del recuerdo de adultos de entre 18 y 30 años en una macroencuesta que ha contado con más de 9.000 respuestas. En él se recogen seis tipos de violencia: violencia psicológica y/o emocional, violencia física, violencia sexual, violencia por la pareja, violencia por negligencia y violencia digital.
Durante la presentación del informe, la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, ha subrayado que “la violencia contra niñas, niños y adolescentes no es un asunto privado, sino un problema estructural que interpela a toda la sociedad”. Ante esto, ha destacado que el estudio “permite arrojar luz para conocer la situación y plantear medidas por parte de las diferentes administraciones públicas”.
Rego ha recordado que la pasada semana el Ministerio de Juventud e Infancia presentó las principales líneas de ampliación de la Ley de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia (LOPIVI). “Vamos a reforzar el interés superior de las personas menores de edad, a garantizar su derecho a la escucha y vamos a aplicar una perspectiva feminista e interseccional de infancia en todos los ámbitos profesionales que intervienen con niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia”, ha remarcado.
Principales datos
De acuerdo con los datos del informe, la violencia psicológica es la que mayor prevalencia presenta: un 48,1% de las personas encuestadas la ha sufrido, siendo los progenitores los principales perpetradores. Del total de personas víctimas de este tipo de violencia, un 22,5% ha continuado sufriéndola en la edad adulta.
Le sigue la violencia física, con una prevalencia del 40,5%. De nuevo, son los progenitores los principales perpetradores, seguidos de compañeros/as y del entorno familiar y escolar. Por su parte, un 28,9% de las personas encuestadas asegura haber sufrido violencia sexual (una de cada diez ha continuado sufriéndola en la edad adulta). En este caso, los principales perpetradores de esta violencia son las parejas (32,3%), desconocidos adultos (25,6%) y amigos/as (21%).
Destaca, a pesar de haberla sufrido un 24,9% de las personas entrevistadas, la violencia digital. Según el estudio, una de cada diez ha continuado sufriéndola durante la etapa adulta. En este caso, los principales perpetradores son las parejas (27,9%), desconocidos adultos (26,3%) y menores de edad (23,9%).
En este sentido, los datos constatan una realidad en aumento, como es la violencia digital contra la infancia y la adolescencia, a la que el Ministerio de Juventud e Infancia pretende hacer frente, además de con la ampliación de la LOPIVI, con la Ley para la protección de las personas menores de edad en los entornos digitales.
Además, la violencia en el ámbito de la pareja la han sufrido un 25,7%, con una repetición del 13,3% en la edad adulta. En la violencia por negligencia, la prevalencia es del 24,4%, y un 10,8% menciona que ha continuado sufriéndola tras la mayoría de edad.
Rego ha subrayado que los datos del estudio nos obligan a mirar de frente una realidad silenciada durante demasiado tiempo: “Garantizar una vida libre de violencia a las niñas, niños y adolescentes no es solo un deber legal, es una responsabilidad política y social que debe traducirse en acción real”. Según la ministra de Juventud e Infancia la “ampliación de la LOPIVI refuerza el compromiso del Gobierno con la protección integral de las infancias y adolescencias” y ha llamado a todas las administraciones a “actuar con coherencia y determinación, trabajando de forma coordinada y sostenida para erradicar todas las formas de violencia”.