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El programa NEXT-Val del IDIVAL premia a siete jóvenes investigadores que impulsan la ciencia biomédica desde Cantabria

La convocatoria, dirigida a profesionales vinculados al sistema público de salud o la UC, ofrece hasta 25.000 euros por proyecto de hasta dos años de duración

Santander – 06.10.2025

El Instituto de Investigación Sanitaria de Valdecilla (IDIVAL) ha distinguido a siete jóvenes investigadores dentro de programa NEXT-Val (NEXT generation VALdecilla), creado para impulsar la investigación traslacional y apoyar la carrera de científicos emergentes en el ámbito biosanitario de Cantabria.

La convocatoria, dotada con casi 150.000 euros, ofrece hasta 25.000 euros por proyecto de una duración máxima de dos años y está dirigida a profesionales vinculados al Sistema Sanitario Público de Cantabria o a la Universidad de Cantabria que aún no habían sido beneficiarios de ayudas competitivas como investigadores principales.

NEXT-Val complementa iniciativas previas como el programa Mentoring o los contratos Post-MIR, y actúa como puente hacia la autonomía científica y la competitividad internacional, en un momento crucial para el desarrollo de la carrera investigadora.

Siete proyectos, una misma vocación: mejorar la vida de los pacientes

Los proyectos premiados abarcan áreas muy diversas —oncología, hematología, neurología, psiquiatría, cirugía, inmunología o neurorradiología— pero todos tienen un denominador común: el deseo de que la ciencia se traduzca en bienestar, calidad de vida y oportunidades para los pacientes.

• Carmen Cagigas, cirujana, investiga cómo reducir complicaciones en cirugía mínimamente invasiva para que los pacientes puedan recuperarse antes en casa. «La medicina sin investigación no avanza. Es la única manera de no repetir errores», afirma.

• Daniel Álvarez, inmunólogo, estudia las enfermedades autoinmunes: «Mi trabajo es muy básico, pero si algún día conseguimos mejorar, aunque sea un poco, la calidad de vida de las personas afectadas, habrá merecido la pena».

• Juan Marta, neurólogo, centra su proyecto en la tromboinflamación en el ictus: «Uno de cada seis personas sufrirá un ictus en su vida. Todo lo que ayude a reducir su frecuencia y gravedad tendrá un impacto enorme en nuestra sociedad».

• María Lado, psiquiatra, estudia la farmacogenética en niños y adolescentes con autismo para diseñar tratamientos más personalizados: «Queremos que las medicinas se ajusten a cada persona como un traje hecho a medida».

• Miriam Sánchez, hematóloga, se dedica a trasplantes y terapias celulares: «Nuestro objetivo es anticiparnos a las complicaciones y personalizar los tratamientos. Lo primero, que el paciente no se muera; lo segundo, que la enfermedad no vuelva».

• Nerea Muñoz, oncóloga, investiga biomarcadores que permitan seleccionar mejor qué pacientes responden a qué tratamientos: «No todos los enfermos de cáncer reaccionan igual. Queremos evitar toxicidades innecesarias y ganar tiempo de vida».

• Verónica Vidal, bióloga, busca nuevas formas de protección en procedimientos de neurorradiología para reducir complicaciones y secuelas: «La investigación es una carrera dura, pero cuando los resultados se aplican y benefician a los pacientes, es profundamente gratificante».

Retos compartidos y esperanza en el futuro

Las trayectorias de los investigadores premiados ponen de relieve una serie de retos y aspiraciones que ilustran la realidad de la investigación en España:

• El papel de los mentores y referentes: casi todos señalan a jefes de servicio, directores de tesis o profesores como guías fundamentales en sus trayectorias.

• La dificultad de investigar en paralelo a la labor clínica: la falta de tiempo y recursos es un desafío constante.

• La necesidad de salir al extranjero y traer de vuelta la experiencia: muchos descubrieron la investigación en hospitales internacionales y destacan la importancia de «aprender de los mejores para intentar ser mejores».

• La pasión como motor: a pesar de las dificultades, todos coinciden en que la investigación engancha porque conecta con un propósito mayor: mejorar vidas.

Los jóvenes investigadores también comparten su visión de futuro. Quieren recordar esta etapa como el inicio de una trayectoria marcada por la ilusión y el esfuerzo. Sueñan con que sus descubrimientos permitan personalizar tratamientos, anticipar complicaciones, prevenir enfermedades o incluso llegar a curarlas.

Una inversión en talento que revierte en la sociedad

Programas como NEXT-Val son una apuesta estratégica no solo por la ciencia, sino por el futuro del sistema sanitario y la calidad de vida de los ciudadanos.

«Sin investigación no hay progreso en medicina», coinciden los premiados. La financiación recibida les ha permitido iniciar proyectos que, de otra manera, no habrían podido ponerse en marcha, y que constituyen la base para acceder a convocatorias nacionales e internacionales más ambiciosas.

Con esta iniciativa, IDIVAL refuerza su compromiso de retener y potenciar el talento en Cantabria, y demuestra que invertir en jóvenes investigadores es invertir en esperanza, en innovación y en salud para todos.

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