Intervención Foment del Treball, encuentro con la comunidad empresarial española e italiana
Muchísimas gracias por la invitación, gracias a Foment. Es un placer estar aquí con Antonio [Tajani] hoy, con todos vosotros, embajador, empresarios, empresarias. Es un placer porque ya venimos con, el año pasado estuvimos aquí también, con Enrico Letta, y yo creo que es un buen recordatorio de la necesidad de seguir reforzando esta importante relación que tenemos entre Italia y España. Porque tenemos una relación de cercanía, legado cultural, histórico, imborrable, y hoy día tenemos una relación económica que es esencial, estratégica para ambos países, y además es creciente.
Evidentemente, como lo decía el embajador, no solo tenemos unos intercambios comerciales, en este caso por encima de los 77.000 millones, sino que se han doblado desde el año 2013. Pese a todos los retos que tenemos por delante, que hemos ido afrontando estos últimos años, nuestra relación solo ha hecho que reforzarse. Y esto yo creo que es el primer mensaje importante, porque quiere decir que los lazos que nuestros empresarios, nuestras empresas, están consiguiendo reforzar, mantener este enlace. Lo vemos también en la inversión directa cruzada entre ambos países, que se sitúa en torno a los 65.000 millones. Es decir, actores esenciales en el día a día de nuestras economías.
Y la mejor herramienta, esta colaboración entre las empresas hacia el futuro, hacia el futuro del cual hablaba Antonio también, y por el cual estamos hoy reunidos. Porque evidentemente tenemos que fortalecer aún más estos vínculos dentro de Europa. Lo decía Antonio, es esencial que miremos hacia adentro como una de las vías de avance más necesarias que nunca. Tenemos que seguir construyendo esta agenda europea, que es una agenda que va a saltos, que va a tirones, pero que todavía está incompleta, y que tenemos que aprovechar el momento que tenemos hoy día para seguir avanzando y que la orientemos, y yo creo que ahí el enfoque lo tenemos todos muy claro, la orientemos hacia nuestras empresas. Hacer que las empresas sientan los beneficios de la pertenencia a Europa, y que sean ellas también las que traccionen, las que lideren. Además de que haya un esfuerzo top-down, o de arriba a abajo, desde el nivel político, que haya un esfuerzo bottom-up, desde abajo, desde nuestras empresas, que sean las que ven, las que sienten de facto los beneficios de la pertenencia a la Unión Europea.
Y aquí el punto de partida es un punto de partida con respecto a qué hay que hacer muy italiano. Es un punto de partida de dos informes de dos grandes políticos italianos, como son Mario Draghi y Enrico Letta, que han conseguido algo muy difícil y es prácticamente un consenso con respecto a qué hay que hacer. Otra cosa es que seamos capaces de llevar adelante estas necesarias reformas y que no entremos en esta sensación de frustración que nos sucede muchas veces en Europa por la complejidad del propio mecanismo y nuestra propia gobernanza.
De hecho, esta misma semana había un artículo en el FT, en el Financial Times, donde decía que poco más de un año después del informe Draghi estábamos por debajo del 10% de las recomendaciones del profesor Draghi que se habían empezado a llevar a cabo.
Por lo tanto, tenemos recomendaciones, tenemos una hoja de ruta importantísima que seguir hacia adelante, pero tenemos que ser capaces de recorrerla. Y a mí me gustaría centrar en gran medida mi intervención hoy en este aspecto doméstico.
Porque coincido con la valoración con respecto a la importancia del mercado estadounidense. Todas las empresas lo dicen, es un mercado insustituible. Tenemos que ser capaces de conseguir mantener una presencia, y más aún en este nuevo contexto, teniendo en cuenta lo complejo que es y que va a seguir siendo. Tenemos que ser capaces de seguir abarcando una red de socios estratégicos comerciales cada vez más profunda, cada vez más tejida, más nutrida. Buenísimas noticias esta semana hemos tenido con la publicación del texto de Mercosur, que esperamos que seamos capaces de ratificar entre todos antes del final de año, si es posible. Es un mensaje político, es un mensaje económico esencial en cuanto a la importancia de socios estratégicos como son nuestros aliados de Mercosur. Es un mensaje económico muy potente por los beneficios que puede haber para nuestras empresas, para sectores que puedan verse incluso afectados por los aranceles americanos. Algunos de los que más van a ver incrementadas sus exportaciones son algunos que ha señalado el propio Antonio. Por ejemplo, el sector del vino, el sector del aceite de oliva, que son dos sectores clave en ambas economías, en ambos países.
Pero, como decía, me gustaría centrarme en el mercado único, en la importancia de conectar con esos 450 millones de consumidores que tenemos en la Unión Europea y aprovechar ese enorme potencial. Hay muchos cálculos sobre los beneficios de aprovechar este potencial. Uno que se hizo más famoso es un cálculo del FMI que señalaba que si somos capaces de quitar todas las barreras sería el equivalente para el comercio en mercancías en Europa de una reducción de más del 45% de los aranceles. Este es el objetivo, el potencial, el tesoro que tenemos a nuestro alcance. Servicios, el equivalente a reducir en más del 110% los aranceles.
Pero tenemos más ejemplos, por supuesto, del ámbito energético, donde hay también muchísimos beneficios de seguir avanzando, tanto en la producción y en la innovación conjunta en materia de energías renovables, la penetración de estas fuentes de energía en nuestro mix energético, que reduce ese coste de nuestra producción eléctrica y que contribuye a una mayor competitividad de nuestras empresas. Pero también, por supuesto, avanzar las interconexiones entre los mercados energéticos europeos. Es decir, ir dando pasos esenciales que redunden, y lo he dicho al principio, en ese gran objetivo que es hacer de nuestras empresas altamente competitivas o, como va a ser vuestra nueva dirección general, pensando en el crecimiento, pensando en nuestro crecimiento potencial, pensando en el crecimiento hacia adelante.
Y, en ese sentido, yo creo que tenemos todos que plantearnos qué es lo que impide que llevemos a cabo con la suficiente diligencia, con la suficiente urgencia, estas reformas que todos sabemos que necesitamos. Y normalmente solemos decir que Europa se mueve por crisis, que cuando hay una crisis de verdad sentimos la urgencia, y esto hicimos, por ejemplo, en el caso del COVID. Fuimos capaces de responder con algo que todavía no habíamos hecho, que en esta ocasión supuso un cambio sustancial, que es esa emisión conjunta de deuda Next Generation, que para Italia y para España está siendo sin duda un factor esencial que explica nuestros buenos resultados.
Pues bien, tenemos que seguir respondiendo, y en esta circunstancia, ahora mismo, es más difícil que tengamos esa sensación de crisis o de urgencia. ¿Por qué? Porque no es algo coyuntural. Estamos ante un replanteamiento de las relaciones geoeconómicas, estamos ante un replanteamiento del poder, del peso económico y político de Europa en el mundo, y normalmente esto lo vemos con un horizonte de medio o largo plazo.
Pero las actuaciones tienen que darse ahora. Tenemos que todos integrar ese elemento de urgencia. Es una crisis, en cierto modo, más silenciosa, pero que nos interpela en cualquier caso.
Tenemos que generar el cambio y tenemos que hacerlo de manera decidida. La pregunta es cómo somos capaces de evitar esta frustración, de evitar una cierta parálisis que viene de los propios elementos de gobernanza y también de la complejidad de un sistema a 27, como es el que tenemos en la Unión Europea.
Nosotros estamos trabajando, de la mano también de Enrico Letta, en propuestas, con conversaciones con algunos Estados miembro. Tenemos que avanzar en particular con Italia también, lo estamos haciendo con Portugal, con otros socios, en aterrizar formas de desencadenar este momento interno, en aterrizar formas de avanzar, ser prácticos y echar la pelota a rodar. Entendiendo que no podemos pensar que lo vamos a hacer todo de golpe ni que vamos a pasar de la noche a la mañana de una fragmentación o de una Europa a 27 a una Europa con un único sistema. Tenemos que avanzar dando pasos prácticos. Nosotros, en este caso, estamos poniendo sobre la mesa cuatro ideas muy sencillas que se articulan en torno a un concepto o a una clave que es simplificar el día a día de nuestras empresas. Centrándonos sobre todo en las pymes, que es un concepto muy compartido, también por el gobierno italiano en este caso, donde tenemos la suerte de contar con un consenso político bastante amplio y, por lo tanto, tenemos la necesidad de ir avanzando.
Y quiero mencionar cuatro iniciativas concretas que estamos poniendo sobre la mesa y donde creemos que podemos generar ese momento, ese cambio en la hoja de ruta europea.
1) La primera de ellas es la creación de un ‘single gateway’, un portal único que nos ayude a sobrepasar las barreras lingüísticas, culturales, regulatorias que están entorpeciendo la operativa de nuestras empresas a nivel de los distintos Estados de la Unión. Un portal único que tenga información completa, accesible para nuestras pymes de la operativa en los distintos Estados miembro. De forma que de manera fácil y superando estas barreras, por ejemplo, la lingüística, como decía, puedan plantearse operar en otro Estado miembro, igual que lo hacen cuando quieren operar en otra región, en otra ciudad de su mismo país.
Además, a la hora de participar en este gateway, en este portal, las empresas proveerán al portal de ciertos datos que son necesarios, de información que luego, desde este portal, podrá ser accesible para distintas instituciones, distintos organismos y esto haga que las empresas no tengan que ir replicando, repitiendo el costoso proceso de ir rellenando informes con este red tape, con estos costes administrativos, es decir, un paso esencial para reducir costes en esencia para nuestras pymes.
Es una plataforma tecnológica. Tenemos las herramientas necesarias, la tecnología necesaria para avanzar de manera rápida en este caso. Y puede ser el inicio de lo que más tarde esperemos que sea ese verdadero Régimen 28 a nivel europeo, empezando precisamente por la convergencia de abajo arriba de nuestras empresas y de la información que ellas ponen a disposición y a la que ellas pueden acceder también, de nuevo, como decía, liberando tiempo productivo en esencial para nuestras pymes.
2) La segunda propuesta es una mejora del acceso a la contratación pública en la Unión Europea. El mercado de contratación pública en Europa es un mercado enorme de 2 billones españoles de euros y sigue fragmentado en 27 plataformas. Esto pesa particularmente para nuestras pymes, para que puedan acceder a este mercado más allá de su mercado doméstico. Aquí, de nuevo, podemos ayudarnos sin duda alguna de la tecnología, de la automatización, del matching inmediato de este tipo de concursos, donde se puede incluso pensar en la colaboración entre pymes de distintos países para poder participar en estos procesos de contratación pública a lo largo y ancho de todo el continente.
3) Otra medida concreta tiene que ver con la calificación de las pymes, la forma que tenemos de valorar nuestras pymes a nivel europeo. La mayoría de las empresas no tienen acceso nuestras pymes a calificaciones crediticias de agencias privadas o no tienen forma de pagar o de proceder a estas calificaciones, y esto reduce su acceso a financiación, en particular fuera de su mercado doméstico, y lo encarece. Lo que pretendemos aquí es limitar esta fragmentación estableciendo un mecanismo de reconocimiento mutuo de estas calificaciones dentro de la Unión Europea.
Esto fomentaría, como he dicho, la capacidad de acceso a financiación, la capacidad de crecimiento de nuestras pymes, de nuevo poniendo sobre la mesa la ventaja, la esencia de la pertenencia al proyecto europeo.
4) Y la última fase, la última propuesta que tiene que ver también con la financiación es la creación de una verdadera plataforma de titulizaciones para fomentar también el aprovechamiento de la financiación del sector bancario. De nuevo, de lo que se trata es intentar limar esas barreras que impiden que nuestras empresas crezcan no solo en el mercado doméstico, sino también en Europa.
Cuatro medidas concretas, como decía, con un enfoque muy pragmático, pero que queremos que ayude a desencadenar el cambio, a fomentar este momento que de manera decidida, desde abajo arriba, gracias al impulso de nuestras empresas, también genere presión en la propia clase política, en nosotros para seguir avanzando y seguir consiguiendo los avances necesarios.
Tenemos todo a nuestro alcance, como he dicho antes, desde el consenso político en torno a este tipo de medidas, como desde la tecnología o las propias plataformas para poder hacerlo lo antes posible.
Nosotros en España estamos trabajando en soluciones similares, de la mano de las comunidades autónomas, de los ayuntamientos, las corporaciones locales, para reducir también la fragmentación a nivel nacional.
Yo creo que la construcción europea también se hace con un efecto mancha de aceite. Es decir, empezar colaborando entre distintos Estados miembro, pero consiguiendo estas ventajas que tienen que ver con estos proyectos integradores, siempre abriendo la mano a que la totalidad de los Estados miembros participen, conjugando nuestros esfuerzos con los esfuerzos de la Comisión Europea, pero colaborando, funcionando en equipos para ser capaces de avanzar lo más rápido posible.
Nosotros tenemos candidatos claros con los que trabajar. Italia, por supuesto, que es uno. Nuestros vecinos portugueses son otro. Francia, es decir, tenemos ese Mediterráneo también que cuidar por nuestra parte. En ese sentido, el mensaje claro que estamos lanzando es el mensaje de la necesidad de avanzar y de hacerlo de manera decidida y tender la mano a nuestros principales socios y socios estratégicos.
A partir de aquí, generar ese momento, puesto que esto es colaboración público-privada, Las empresas tienen que liderar también este momento pro-europeo, este momento de integración y ayudarnos a avanzar. Y termino ya con unas palabras de Robert Schuman que decía que Europa se construirá mediante realizaciones concretas, que primero generen una solidaridad de facto, de hecho. Y esto es en lo que estamos intentando trabajar y por lo que contamos con todos vosotros.
Muchas gracias.
Transcripción realizada por el Departamento de Comunicación del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa