El delegado provincial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural hace una estimación de la campaña de cereal y leguminosas en la provincia de Albacete
10/07/2025Delegación Provincial de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en AlbaceteAlbacete
Según los datos recogidos por la Consejería
El delegado provincial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural hace una estimación de la campaña de cereal y leguminosas en la provincia de Albacete
- Ramón Sáez ha indicado que la importancia de estos cultivos es fundamental, ya que, de las más de 732.000 hectáreas de cultivo, el grupo de cereales y leguminosas representa el 88 por ciento.
- A modo de conclusión, el delegado provincial ha manifestado que “a pesar de que la climatología no acompañó en la época de siembra, las lluvias de primavera mejoraron la situación de los cultivos, dando lugar a una cosecha algo inferior a la media de los últimos años”, y ha apuntado que “las dificultades del sector han surgido, principalmente, por el hundimiento de los precios en origen y el aumento de los costes de producción”.
Albacete, 10 de julio de 2025.- El delegado provincial de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Albacete, Ramón Sáez, ha informado sobre el desarrollo de la campaña de cereal y leguminosas de la provincia de Albacete, indicando que “la campaña se está desarrollando, en general, con unos mejores rendimientos con respecto a la anterior, pero con unos precios de los productos a la baja”.
Según ha indicado el delegado provincial, la superficie media dedicada a cereales de invierno y leguminosas en la provincia en el trienio 2022-24 alcanzó las 285.051 hectáreas, repartidas entre cereales de invierno con 204.246 hectáreas; 47.766, de cereales de regadío; 30.180, de leguminosas de secano, y 7.859 hectáreas de leguminosas de regadío.
Al tiempo que ha recordado que, tras el periodo 2015-2020, en el que se produjo un descenso continuo en la superficie de cereales y leguminosas por la plantación masiva de almendro y de pistacho, durante las campañas 2021 y 2022 la superficie se estabilizó en torno a las 280.000 hectáreas anuales. “En 2025 la superficie ha ido ligeramente a la baja con respecto a la campaña 2024, con algún trasvase de superficie entre cultivos y hacia el barbecho”, ha detallado Sáez.
En cuanto a los factores que más han influido en la variación de superficies, el delegado provincial de Agricultura ha destacado la falta de lluvias, que condicionó a la baja la siembra de cebada y trigo en secano; la drástica reducción de siembra de avena, las restricciones en las dotaciones de riego en el Sistema Júcar, y las consecuencias de la aplicación de la nueva PAC con un incremento en la superficie de leguminosas de hasta la casi 50.000 hectáreas por el ecoregimen de rotaciones en tierras de cultivo. “Asimismo, en 2025 se han plantado 1.335 hectáreas de pistacho y muy poco almendro, por lo que no han detraído mucha superficie de herbáceos. Aun así, en los últimos doce años se han plantado más de 57.000 hectáreas de estos dos cultivos, en detrimento de cereales, leguminosas y barbechos. No hay precedentes de un vuelco de superficies tan grande en la agricultura provincial”, ha matizado el delegado.
Las lluvias, determinantes
Por otra parte, Sáez ha informado que las campañas de cereal y leguminosas, siempre están condicionadas por las condiciones meteorológicas, y en concreto de las pluviometrías, como factor más determinante de los resultados productivos. A este respecto, y según los datos que obran en la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, la precipitación en el año 2024-2025 ha registrado un acumulado de 288,9 milímetros, frente a una seria histórica de 293,8 milímetros, “sin embargo, el reparto a lo largo de los meses no ha sido muy favorable para los cultivos herbáceos de secano”.
“La campaña de siembra se presentó mal en general, por la falta de humedad en el suelo y la nacencia se alargó mucho y se produjo de forma irregular. Luego vinieron diciembre, enero y febrero con unas lluvias mínimas (17,9 litros en los tres meses) y el consecuente retraso en el desarrollo y el ahijamiento de los cereales, un estado fenológico determinante en los rendimientos finales obtenidos. Posteriormente, cuando la situación ya era límite para los cultivos en secano llegaron las precipitaciones de marzo, que fueron generalizadas y superaron los 100 milímetros en muchas zonas de la provincia. Gracias a ellas mejoró mucho el estado de los cultivos, aunque ya con la rémora de un ahijamiento escaso y fundamental de los cereales y escaso desarrollo de las leguminosas. Ya en el mes de abril y mayo, las precipitaciones fueron muy irregulares según las zonas y en función de ellas ha sido el resultado final de la campaña, que también ha sido bastante variable de unas zonas a otras”, ha explicado el delegado provincial.
Como aspecto positivo, Sáez ha remarcado las temperaturas del mes de mayo, que fueron bastante más suaves de lo habitual, lo que evitó el frecuente asurado de los cereales, pero, “por el contrario, aunque ya con poca transcendencia sobre el secano, la temperatura media de junio 3,64ºC por encima de la media, aceleró la senescencia de los cultivos en riego”, ha indicado.
Sáez ha continuado remarcando que el 2025 ha sido especialmente problemático en materia de tormentas con granizo, con episodios especialmente graves en los meses de abril, mayo y junio, que afectaron con diferente intensidad a los cultivos herbáceos en muchos municipios de la provincia. Es el caso de La Roda, Fuensanta, Minaya, Munera, El Bonillo, Tarazona de la Mancha, Madrigueras, Mahora, Navas de Jorquera, Golosalvo, Fuentealbilla, Abengibre, Cenizate, Villamalea, Casas Ibáñez, Hellín, Tobarra, Albacete, Valdeganga, Pozohondo, Alcadozo, Pozo Cañada, Higueruela o Fuenteálamo.
“Ante esta situación, las comarcas de La Manchuela y La Mancha presentan rendimientos mejores respecto a años anteriores, la zona Centro y de Alcaraz, por debajo de la media, y la comarca de Hellín registra unas producciones inferiores a ejercicios pasados”, ha explicado el delegado provincial.
Sobre los regadíos, Sáez ha informado que la situación se puede considerar “normal” y con los rendimientos habituales. “A pesar de que las temperaturas fueron frescas en mayo, en junio fueron muy altas y se ha observado un secado rápido de los cultivos”.
En cuanto a los precios, Ramón Sáez, ha señalado que las buenas previsiones de cosecha pesan en los mercados y lamentablemente los precios de los cereales no acompañan con unos precios medios nacionales en los niveles más bajos de las tres últimas campañas.
En conjunto, la previsión de casi 700.000 toneladas de grano de cereales de invierno supone un descenso de cosecha del 10 por ciento respecto a una campaña “normal”, aunque con respecto a 2024, afectada por la sequía, la cosecha se ha incrementado un 49 por ciento.
Cosecha de leguminosas
Seguidamente, el titular en la provincia del área de Agricultura ha avanzado que la previsión de cosecha de leguminosas está condicionada por los mismos factores que se han descrito para los cereales, aunque en este caso, la falta de agua hasta el mes de marzo ha tenido mayores consecuencias porque, “en líneas generales, las parcelas se han quedado muy cortas de desarrollo y los rendimientos han sido bastante mediocres”. Aun así, ha apuntado Sáez, “se duplica la producción respecto a 2024, estimándose unas 39.000 toneladas”.
Tal y como ha indicado el delegado provincial, “la importancia de este sector es fundamental para la provincia de Albacete”, ya que, de las más de 732.000 hectáreas de cultivo, 343.000, se corresponden a cultivos herbáceos, 161.800, a barbechos, y 227.200, a cultivos leñosos, representando, por tanto, el grupo de cereales y leguminosas el 88 por ciento de la superficie total.
Para finalizar, Sáez ha concluido que “a pesar de que la climatología no acompañó en la época de siembra, las lluvias de primavera mejoraron la situación en general de los cultivos, lo que ha dado lugar a una cosecha algo inferior a la media de los últimos años. Sin embargo, las dificultades para este sector han surgido por el hundimiento de los precios en origen y el aumento de los costes de producción”.