Cuatro artistas rescatan la publicidad antigua en las calles de Quinto con la tercera edición de “Retrospectiva. Permitido pintar carteles”
Quinto acoge esta semana la tercera edición de “Retrospectiva. Permitido pintar carteles”, una original propuesta artística que busca rescatar del olvido antiguas formas de publicidad y rotulación vintage para embellecer el entorno urbano e impulsar la creatividad local. El proyecto, que comenzó este pasado fin de semana y se prolongará hasta el domingo 11 de mayo, cuenta con la colaboración de la Diputación de Zaragoza.
Durante la presentación del proyecto, la diputada delegada de Turismo, Cristina Palacín, ha destacado el valor de esta iniciativa como motor de innovación y gestión cultural en el medio rural: “Quinto no solamente puede ser visitado para ser conocido o ponerlo en el mapa desde un turismo cultural patrimonial, sino también desde la gestión cultural, con un proyecto que es casi más propio de grandes ciudades europeas y que aquí se ha sabido aplicar con creatividad, atrayendo a todo tipo de públicos, también jóvenes”.
A través de cuatro grandes murales, cuatro artistas e ilustradores reinterpretan carteles clásicos de marcas históricas como La Casera, Pikolin y Olivetti, combinando el arte mural con el diseño gráfico de época. Las obras están siendo realizadas por Sara Marcos, Laura Alloza, Diego Vicente y Pedro González Baeza, de Contiza Rotulación, que rendirá homenaje a los bares de antaño de Quinto con una creación inspirada en la memoria colectiva local.
El alcalde de Quinto, Jesús Morales, ha explicado el enfoque del proyecto: “Lo que hemos hecho es aprovechar esa debilidad que tenemos, que son casas abandonadas en mal estado, y potenciarlas para recuperarlas y plasmar algo en ellas. En nuestro caso concreto, hablamos de un eje temático como es la publicidad antigua. Este proyecto busca recuperar fachadas, fomentar la regeneración urbana y crear itinerarios atractivos por dentro del municipio. Queremos ser conocidos por algo más que el museo de las momias o las trincheras de la Guerra Civil, que este año 2025 también hemos puesto en marcha”.
El objetivo de esta intervención urbana es doble: por un lado, recuperar ejemplos interesantes del patrimonio gráfico nacional e internacional y, por otro, mejorar la imagen del pueblo y crear un entorno más acogedor y artístico para vecinos y visitantes.
Además, como ya viene siendo habitual, la edición mantiene un componente emocional y participativo gracias al uso del archivo fotográfico histórico de la localidad. A través de códigos QR integrados en los murales, el público podrá acceder a un “match histórico” que enlaza los motivos artísticos representados con imágenes antiguas de quintanos y quintanas, creando un diálogo entre el pasado y el presente.
La coordinadora del proyecto, Paula Blesa, ha subrayado el vínculo que se ha generado entre artistas y vecindario: “La convivencia entre los artistas y los vecinos de las localizaciones es maravillosa. Nos prestan enchufes para proyectar, mantas por las noches porque hace frío… La gente se vuelca, y es una gozada que los artistas acaben sintiéndose como un vecino o vecina más del pueblo durante estos días. Se forma una pequeña gran familia”.
La actividad culminará el próximo domingo 11 de mayo con una visita guiada por las obras realizadas durante la semana, que finalizará con un vermut popular amenizado por el grupo “Marina Quiroga y los Héroes del Swing”, que pondrán el broche musical a esta edición de arte, memoria y participación ciudadana.