La Comunidad de Madrid invierte más de 1,3 millones de euros para restaurar cuatro entornos naturales
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La Comunidad de Madrid ha invertido más de 1,3 millones de euros para restaurar cuatro entornos naturales dañados por la extracción de materiales de canteras. Se trata de las grandes obras de Soto de las Cuevas (Aranjuez), la Laguna de El Campillo (Rivas Vaciamadrid), las canteras de Alpedrete y la dehesa de La Golondrina (Navacerrada).
El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, ha visitado hoy el último espacio rehabilitado, en un monte público con una rica biodiversidad que se sitúa a orillas del embalse de Navacerrada y está incluido en el Catálogo de Embalses Protegidos de la región, en la Reserva de la Biosfera de la Cuenca Alta del Río Manzanares y el Plan de Ordenación de Recursos Naturales de la Sierra de Guadarrama.
En la dehesa, una antigua cantera había provocado daños paisajísticos y medioambientales, además de dejar un depósito de residuos y dos pequeñas construcciones en mal estado. Expertos del Gobierno regional han empleado en este proceso la técnica de remodelación topográfica del terreno.
Posteriormente, se ha realizado un suavizado de los taludes y recobrado su morfología original. Asimismo, se han eliminado las casetas, construido otros dos taludes con tierra limpia, una pequeña plataforma bajo el paredón principal y una pequeña escollera de contención en la base, con la propia roca de los acopios.
Novillo ha valorado este proyecto, que se ha prolongado durante siete meses, y ha afirmado que “se ha logrado una completa recuperación paisajística y ambiental de la zona, devolviendo el entorno natural al estado anterior, para el cuidado de la biodiversidad y el disfrute de los ciudadanos”.
Más de 1.500 plantas autóctonas
El proceso se ha completado con las plantaciones de especies autóctonas herbáceas, hasta un total de 1.548 plantas (1.212 arbóreas y 336 de matorral). Esto permitirá mejorar también los hábitats de la fauna, así como el uso forestal que se hacía antes de las extracciones.
Además, la zona se ha perimetrado para proteger la vegetación hasta que se haya asentado, y se han mantenido dos caminos provisionales para permitir el acceso a la cuba de riego y realizar el aporte de agua necesario para asegurar su crecimiento, especialmente el próximo verano. La iniciativa, con un presupuesto de 169.131 euros, ha sido con fondos europeos.