Participación de Raquel Raposo Acevedo en la Jornada del INSST sobre Integración de la Perspectiva de Género en SST
Raquel Raposo Acevedo, técnica de igualdad de Osalan, participa esta mañana en la jornada técnica del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) sobre la integración de la perspectiva de género en seguridad y salud en el trabajo, que se está celebrando en Madrid. El INSST conmemora así el Día Internacional de la Mujer, destacando que, a pesar de los avances normativos y técnicos, las diferencias de género siguen influyendo en la exposición a riesgos laborales, en la percepción y comunicación de dichos riesgos, y en la implementación de medidas preventivas eficaces.
La jornada cuenta con la presencia de Karen Messing, Profesora emérita de la Universidad de Quebec y referente a nivel mundial en salud laboral con perspectiva de género. Messing es una de las pioneras más destacadas en la investigación de la relación entre salud, trabajo y género. Durante su intervención, Messing ha abordado temas como los trastornos musculoesqueléticos no traumáticos relacionados con el trabajo, que afectan a las mujeres más que a los hombres, la diferente relación que existe entre el trabajo y la vida privada entre mujeres y hombres, e incluso la diferente velocidad de trabajo entre ambos sexos. Su intervención sobre sexo y género como determinantes de riesgos laborales para mujeres y hombres aporta información relevante para describir el marco actual de la salud laboral con perspectiva de género.
Acto seguido, Raquel Raposo ha subrayado las principales dificultades para la integración de la perspectiva de género en la prevención de riesgos laborales (PRL), y ha indicado posibles soluciones para garantizar condiciones laborales seguras y saludables para toda la población trabajadora. La técnica de igualdad de Osalan ha destacado que lo más importante a la hora de incorporar la perspectiva de género es no olvidarnos de para qué lo hacemos: garantizar el máximo nivel de protección para la salud de mujeres y hombres en el trabajo por igual. Integrar la perspectiva de género supone preguntarnos de forma sistemática, en cada una de las actividades enfocadas a la PRL, si hay diferencias entre mujeres y hombres (biológicas, fisiológicas, etc.), teniendo en cuenta la edad y otros factores; si hay desigualdades en las condiciones de trabajo; y si las medidas que adoptamos llegan por igual y tienen beneficios equivalentes para unas y para otros. Una de las condiciones internas claves para que las actividades preventivas que desarrollemos incorporen la perspectiva de género es contar con personas expertas en género y PRL en nuestra organización. No hay recetas automáticas para incorporar la perspectiva de género en la SST: requiere compromiso, conocimiento y motivación. Otra clave para la incorporación de la perspectiva de género es la consulta y participación equilibrada de mujeres y hombres.
La jornada ha reunido, además, a personas expertas y representantes institucionales para abordar cuestiones clave como estudios y experiencias en diferentes sectores (mujeres del mar, camareras de piso, empleo de hogar y cuidados, construcción), así como aportaciones prácticas de agentes sociales.
