Inaguración Acto CEPYME 500
20250127 TRANSCRIPCIÓN MINISTRO – INAUGURACIÓN ACTO CEPYME500 2024
Es un placer estar aquí hoy rodeado de tantas empresas. Al final, empresas, como decía Gerardo, que son referentes, que son líderes y que son un ejemplo que yo creo que actos como este ensalzan para las que puedan venir después y, por lo tanto, como ministro de Economía, Comercio y Empresa, es un placer para mí poder estar aquí hoy con todas vosotras y compartir, porque eso es lo que voy a intentar hacer, compartir mi visión sobre la economía española y sobre las prioridades, algunas de ellas, las adelantaba Gerardo también, para seguir favoreciendo la competitividad empresarial, el crecimiento, la productividad de nuestras empresas, sobre todo en ese segmento de pymes, que no dejan de ser el corazón, precisamente, de nuestro tejido productivo y que son, sin duda, una de las claves del éxito de nuestro modelo de crecimiento agregado.
No hace falta que lo diga, pero, como saben, estamos en un momento cuanto menos agitado a nivel internacional, en el que las nuevas reglas de juego todavía son inciertas, aunque yo creo que, en cualquier caso, y este es un mensaje que doy allá donde voy, lo dimos la semana pasada en Davos, pero también me gustaría reflejarlo aquí, tanto a nivel de España como a nivel de la Unión Europea, es fundamental tener una idea propia y una hoja de ruta propia sobre dónde queremos ir y cómo queremos avanzar en ese camino, teniendo en cuenta que tenemos que aprovechar nuestras oportunidades ante estos enormes retos que vienen por delante y, como decía, apostar por una agenda de competitividad propia para continuar desempeñando un papel de liderazgo en esta carrera por la competitividad, por la autonomía estratégica a nivel internacional.
En ese sentido, quería que mi mensaje de hoy, que tenga que llegar a todos vosotros, sea un mensaje de optimismo, un mensaje positivo, porque es lunes, finalmente, y a todos nos gusta empezar la semana con un mensaje optimista. En ese sentido, reflejar que la economía española, y este es un mensaje que hemos escuchado también los que hemos estado en Davos la semana pasada, está muy bien posicionada ante esta ventana de oportunidad que suponen estos retos, pero también oportunidades a nivel internacional.
Tenemos un modelo que funciona, un modelo con características propias, características diferenciales, que también se está convirtiendo en una imagen de marca. Hablabas, Gerardo, de la imagen de marca de estas 500 grandes, pequeñas y medianas empresas, pues tenemos también un elemento diferencial que suponen ellas, pero que supone nuestro modelo a nivel internacional, un gran activo, desde luego, como decía, a la hora de enfrentarnos a los retos globales.
Y cuando hablo de una marca propia, hablo, o normalmente suelo referirme al elemento de equilibrio, equilibrio en nuestro patrón de crecimiento, porque todos sabéis que los datos de crecimiento reciente son datos muy positivos y esto es especialmente meritorio cuando vemos lo que están haciendo las principales economías de nuestro entorno, nuestros grandes socios europeos con un elemento de desaceleración en su patrón de crecimiento, mientras que España sigue empujando, sigue liderando ese crecimiento.
Sabemos, lo ha dicho el propio FMI, que se espera que en el año 2024 España haya sido el país avanzado que más ha crecido, liderando incluso por delante de los Estados Unidos. Hemos visto también el ranking de revistas internacionales, como The Economist, señalando que España es la economía que mejor se habría comportado en el año 2024. Y como decía, todo esto en un contexto particularmente complejo, con varios shocks que hemos ido atravesando en los últimos años, el último de ellos, por supuesto, el shock inflacionario, del que estamos saliendo de manera progresiva.
Y por primera vez, y esto me gusta señalarlo también en nuestra historia reciente, la economía española no ha amplificado los shocks que venían desde fuera, sino que, al contrario, hemos sido capaces de reducir, de minimizar el impacto de estos mismos y salir reforzados. Y esto, desde luego, es consecuencia del buen comportamiento de nuestras empresas y también de un modelo de política económica que está funcionando con un sello propio.
Y particularmente, permítanme que haga referencia a algunos datos que yo creo que ratifican precisamente esta visión. Uno de ellos es la constante sorpresa positiva que hemos ido teniendo con respecto a la evolución de la economía y de nuestra competitividad en los últimos años.
Sin ir más lejos, para que se hagan una idea, a principios del año 2024, los principales analistas esperaban que España creciera un 1,5 en 2024. A finales de año ya estaban esperando un crecimiento en el entorno del 3. Esto no es otra cosa que el reflejo de esas constantes sorpresas positivas, como decía.
Se espera que España crezca en el 2024 cuatro veces por encima de la zona euro, generando el 40% del crecimiento de la zona euro. Esto, desde luego, no solo es bueno en cuanto a lo que se refiere al crecimiento en 2024, sino que nos posiciona en un punto ideal para el crecimiento en el año 2025 y 2026, que es a lo que estamos ahora, ya el corto y medio plazo, y cómo vamos a seguir manteniendo ese crecimiento de manera sostenida en el tiempo.
De hecho, estas buenas cifras de 2024 lo que nos posicionan es, cuando estábamos todos todavía con el concierto de Año Nuevo el día 1, con un punto de saque, un punto de partida de 1,2 de efecto arrastre que ya venía de crecimiento, que ya venía del año 2024.
A partir de ahí, lo que esperan todos los analistas es que el crecimiento siga este año en el entorno o por encima del 2,5%. Esto también supone que España seguirá liderando entre las grandes economías europeas este año y el año que viene.
Pero déjenme que haga un repaso rápido de lo que considero que son las principales dimensiones de este equilibrio en el crecimiento que nos posicionan también para crecer de manera sostenible hacia adelante.
Uno de ellos es el sector exterior, donde las empresas, de nuevo, son protagonistas esenciales. España tiene récord ahora mismo en cuanto a capacidad de financiación frente al exterior. Si recordamos lo que pasó en etapas anteriores de crecimiento, la situación era exactamente la inversa. España crecía antes de la crisis financiera, pero nos desangrábamos en cuanto a un enorme déficit por cuenta corriente. Ahora tenemos una situación inversa.
Y aquí, mención especial a las exportaciones de servicios. Por supuesto, turismo. Turismo sigue siendo un motor de nuestra economía. Pero hay que decir, cuando hablamos de sostenibilidad hacia adelante, que cada vez es un motor más diversificado. Se está consolidando una oferta turística de mayor valor añadido, turismo cultural, gastronómico, de negocios. Y se traduce, como decía, en una menor concentración temporal, en torno a los meses de verano, y también en una menor concentración territorial. Esto asegura, por lo tanto, una mayor sostenibilidad de estos datos históricos hacia adelante.
Pero cuando hablamos de exportaciones de servicios, la joya de la corona son los servicios no turísticos, sin ningún tipo de duda. Están mostrando un dinamismo excepcional. Y cuando doy el dato que os voy a dar ahora, normalmente la gente se queda muy sorprendida. Exportamos más en servicios no turísticos que en turismo: 100.000 millones frente a 96.000. ¿Qué son estos servicios no turísticos? Pues son, esencialmente, servicios a empresas. Financieros, contables, TIC, es decir, consultoría. Servicios de alto valor añadido que están dando nuestras empresas de manera muy competitiva a nivel internacional.
Por lo tanto, como decía, este comportamiento es inseparable de la competitividad y del buen hacer de nuestro tejido empresarial, desde las grandes, por supuesto, referentes en sectores punteros, hasta nuestras pymes, que están cada vez más presentes, con una tecnología cada vez más avanzada, siendo más productivas y más internacionalizadas.
Pero este buen comportamiento exterior, desde luego, se refleja en el papel que está adoptando España como un hub, un atractor de inversiones. Aquí, normalmente, me refiero al indicador de inversión extranjera directa del Financial Times, que nos dice que entre el 2018 y el 2024, España ha sido el quinto destino mundial en nuevos proyectos de inversión, en inversión greenfield. El quinto a nivel mundial. Cuarto en proyectos de I&D relacionados con inteligencia artificial. Y segundo en el ámbito de las energías renovables. Esto, de nuevo, no es casualidad y, en parte, es otro de los motivos, otro de los determinantes de las buenas cifras que comentaba anteriormente.
Decía sector exterior, uno de los elementos fundamentales, pero también la pata verde, el elemento medioambiental. La apuesta en estos últimos años por las energías renovables está siendo muy rentable. Está siendo muy rentable, tanto desde el punto de vista medioambiental, por supuesto, reduciendo nuestro impacto, avanzando en una rápida descarbonización. España es hoy la primera gran economía en haber superado el 50% de nuestro mix energético procedente de fuentes renovables.
Pero no solo es un elemento con un dividendo verde o medioambiental, sino también, por supuesto, un elemento de competitividad para nuestro sector empresarial. El propio Banco de España ha señalado que los costes en materia de electricidad para nuestras empresas son un 40% menos de lo que habríamos observado si el grado de penetración de renovables siguiera en el nivel en el que estaba en el año 2019. Repito, gracias al aumento en la penetración de renovables en la producción de electricidad que se ha producido en los últimos cinco años, se ha reducido el coste de la electricidad para nuestras empresas en un 40% según el Banco de España. Competitividad y también rendimiento en materia de reducción de la emisión de carbono por parte de las empresas y por parte de la economía española.
Otro elemento fundamental de este equilibrio es la pata social. El eje social, desde luego, con una priorización que hace que el crecimiento haya ido a la mano de conquistas sociales en estos últimos años. Y así lo refleja, por supuesto, los datos que tenemos del mercado laboral. Con récord en materia de empleos, con 21,3 millones de afiliaciones. Con récord en materia de calidad del empleo, con una reducción, por supuesto, de la tasa de temporalidad. Pero con también un punto fundamental, que es que el empleo que se está creando en aquellas ramas donde más se está creciendo son las ramas de nuevo de mayor valor añadido. Ramas como la I+D, productos farmacéuticos o las tecnologías de la información y comunicación han crecido en los últimos cinco años por encima del 50%. Son excelentes datos de cómo se está comportando nuestra economía y cómo se está modernizando nuestro tejido empresarial.
Esta evolución permite que en los últimos años España esté creando empleo y aumentando su productividad. Esto, desde luego, es otra de las novedades en este patrón de crecimiento con respecto a etapas anteriores.
Está mejorando, además, el poder adquisitivo de los ciudadanos. Y esto, sí que me gustaría mencionarlo, es, entre otras cosas, gracias al buen funcionamiento de la negociación colectiva, a la enorme responsabilidad que están teniendo empresarios y sindicatos, por supuesto, también, teniéndolo a través de una mirada de medio plazo para conseguir, precisamente, absorber ese shock de inflación que tuvimos como consecuencia de la guerra de Ucrania y hacerlo de tal forma que nuestros trabajadores vayan recuperando poder adquisitivo también en los próximos años y que las empresas hayan sido capaces de mantener unas buenas cifras de crecimiento y, por supuesto, también de rentabilidad.
Nos estamos recuperando, afortunadamente, de dos enormes shocks, como son la pandemia y la crisis de inflación, sin cicatrices. Y lo estamos haciendo, además, con un elemento de modernización de nuestra economía.
Y todo ello, y este es el último punto de equilibrio, sin renunciar a la responsabilidad presupuestaria, a la responsabilidad fiscal, que es otro eje fundamental. Habremos reducido, cuando tengamos los datos de final de 2024, la deuda con respecto al PIB en más de 20 puntos porcentuales desde el pico que se alcanzó como consecuencia de la respuesta a la pandemia. En apenas cuatro años, más de 20 puntos de reducción de deuda con respecto al PIB. Por supuesto, también el déficit, que se ha reducido desde ese 10% hasta ese 3%, que será la cifra de cierre de 2024.
Y, de nuevo, todo ello con un círculo virtuoso en el cual, gracias al Plan de Recuperación, también podemos estar apoyando ese crecimiento a través de una mayor inversión, que es como conseguimos esa mayor productividad.
Pero déjeme hacer un apartado, ya que estamos precisamente hoy en un acto de empresas, para la relevancia del papel de nuestro sector empresarial. Porque estas cifras económicas, estas buenas cifras económicas, descansan sobre la contribución fundamental de nuestro tejido empresarial y, en particular, de nuestras pymes.
Con casi 3 millones de pymes, que emplean a más de 6 de cada 10 trabajadores en nuestro país, esta evolución viene de la mano de la valentía y del buen hacer de las pymes, por supuesto. A modo anecdótico, señalar que en todos los viajes que hago como ministro de Comercio y Empresa, donde he tenido la suerte de ir a numerosos países, desde Japón, Colombia, Canadá o Ucrania, el mensaje es siempre el mismo. Es un mensaje de excelencia y profesionalidad de las empresas españolas. Y esto, lo decíamos antes, es sin duda un orgullo para mí como ministro y es algo que no todos los países pueden permitirse, pero que nosotros sí tenemos como un enorme activo cuando vamos fuera.
Por eso, desde luego, desde este Gobierno lo que queremos es apoyar. Hablaba Gerardo de esos objetivos de política económica. Para este Gobierno es una prioridad apoyar el crecimiento, la productividad y la competitividad. Y para ello tenemos una hoja de ruta con elementos claros, señalaros algunos de ellos.
Por supuesto, la financiación. La financiación como primer vector de esa consecución del crecimiento, de la productividad, de la competitividad, de la capacidad de atracción de talento y, por supuesto, de esos mayores salarios que puedan permitirse esas empresas más grandes. Tenemos a disposición los fondos del Plan de Recuperación, como decía hasta hace escasos momentos, con esos 48.000 millones de transferencias que ya han llegado a más de 936.000 beneficiarios. Entre ellos, 41% son pymes y microempresas. Esto significa que dos de cada cinco euros ejecutados del Plan de Recuperación han llegado a una pyme en España.
Y luego, se habla de grandes cifras, pero es importante ponerle cara, poner nombres y apellidos también a las pymes que están consiguiendo gracias a estos fondos modernizarse y avanzar. Hay algunas que también son referentes.
Por ejemplo, Meltio, desde Jaén, una empresa de impresión en 3D en metal que ha logrado ampliar su actividad a Estados Unidos, India o Alemania. También PLD Space, desde Valencia, es un referente en materia aeroespacial con lanzadores, con la construcción de lanzadores espaciales, nuestros cohetes Miura, como todos conocéis. Y, por supuesto, empresas como Marsi Bionics, que está en Madrid, líder en dispositivos de asistencia para niños y personas mayores con limitaciones de movilidad. Solo tres ejemplos concretos de cómo, gracias precisamente a estos fondos, a esta capacidad de financiación, empresas con grandes ideas y con una enorme ambición están siendo capaces de llevar a cabo proyectos innovadores.
Y hacia adelante, decía, continúa ese apoyo, esa apuesta por la financiación para nuestras pymes, para su crecimiento. Contamos con 84.000 millones en préstamos también del Plan de Recuperación que queremos canalizar a través de distintos instrumentos, lo saben, sobre todo a través de nuestro Instituto de Crédito Oficial, a través del ICO, con líneas especiales de las cuales ya hemos desembolsado, hemos puesto a disposición de empresas más de 3.400 millones en operaciones ya en marcha y otros 3.200 millones adicionales en operaciones cuyo despliegue está previsto en los próximos meses.
Confiamos, y este es mi objetivo, en que muchas empresas pueden hacer precisamente uso de este abanico de instrumentos que están a su disposición.
Y luego, lo decía Juan, también estamos avanzando a nivel europeo en ese gran proyecto que es la Unión del mercado de capitales. Estamos proponiendo desde España, por ejemplo, para las pymes la construcción de un rating homogéneo a nivel europeo, de tal forma que las pymes puedan acceder a financiación de manera más barata, más inmediata y en mayores cantidades aprovechando el mercado europeo en su conjunto, ese gran mercado interior que tenemos a nivel continental.
La segunda gran dimensión donde queremos avanzar en esta hoja de ruta, lo ha comentado Gerardo, es por supuesto el elemento regulatorio, la simplificación administrativa. Somos plenamente conscientes del impacto que supone el entramado burocrático-administrativo que existe ahora mismo con distintos niveles, europeo, nacional, regional, local, que acaban afectando al día a día de la actividad de nuestras pymes. De hecho, hay datos que señalan, por ejemplo, que aproximadamente el 15% de las empresas españolas declaran encontrarse obstaculizadas por los trámites administrativos, lo que limita su potencial de crecimiento.
Aquí, además de las iniciativas que ya hemos puesto en marcha, Ley Crea y Crece, la Ley de Startups, o la creación de una institución fundamental como es el Consejo de Productividad, que avanzará en el diagnóstico y propuestas concretas precisamente en esta línea de reducción de obstáculos al crecimiento, tenemos en marcha un proyecto que a mí me hace particular ilusión. Es lo que hemos llamado el ‘Régimen 20′. El Régimen 20 bebe de las propuestas que hace Enrico Letta a nivel europeo ese ‘Régimen 28’, que lo que permite es aprovechar todo el marco del mercado interior a nivel de la Unión Europea. En este caso, para nosotros, lo que queremos es avanzar en el mercado interior a nivel nacional, generar a través de un marco regulatorio conjunto, estandarizado, homogéneo, de común acuerdo con comunidades autónomas, con municipios, generar un entorno regulatorio simplificado que ayude, que permita a nuestras empresas explotar al máximo la escala del mercado nacional. Con ideas también de ir avanzando, por supuesto, a un mercado ibérico con nuestros amigos y colegas portugueses, y de ahí lanzarlo ya a un mercado interior a nivel de la Unión. Desde luego, hemos mantenido reuniones preliminares ya con comunidades autónomas y corporaciones locales, y yo creo que esto es un objetivo compartido. Por lo tanto, espero y deseo que podamos avanzar de manera decidida con entregables ya esperamos para este verano.
No obstante, somos conscientes, y con este mensaje también quiero terminar antes de dar un último mensaje con respecto a Valencia, somos conscientes de que hay que seguir apoyando y aprovechar todas las oportunidades que nos dan las nuevas tecnologías. Más allá de avanzar en materia regulatoria, necesitamos poner en la mano de nuestras pymes, de nuestros empresarios, todas las aportaciones, las soluciones tecnológicas que les ayuden a transformar horas que ahora mismo no son productivas porque se dedican a materias relacionadas con la tramitación administrativa, a transformar estas en horas productivas y por lo tanto permitirles, como decía, crecer de manera más endógena, de manera estructural.
Aquí estamos avanzando en la creación, a través de un desarrollo de software de inteligencia artificial, de un gestor para facilitar las tramitaciones, las gestiones administrativas de nuestras pymes, aplicándolo a distintos ámbitos, desde precisamente las ayudas que tienen que ver con el plan de recuperación hasta el acceso a la financiación a través de las distintas líneas ICO o incluso a todas las herramientas de internacionalización que son parte de ICEX, todas ellas a servicio de nuestras empresas.
Y no quiero terminar, como ya ha hecho también Gerardo, sin hacer mención a Valencia. Valencia, como saben, es un punto focal donde se concentran las atenciones y las prioridades de la recuperación del gobierno, de la acción del gobierno precisamente para la recuperación, la vuelta a la normalidad lo antes posible de las zonas afectadas por la DANA.
Ya saben que hemos puesto en marcha un paquete, a través de tres paquetes, un total de ayudas de hasta 16.600 millones, donde todos los esfuerzos están dirigidos no solo a esa respuesta inmediata, a esa reconstrucción, a esa vuelta a la normalidad, sino también con una visión de medio y largo plazo, para que la vuelta sea incluso con una mayor fortaleza, que el relanzamiento se haga con una capacitación, con una modernización del sector productivo.
Todos los esfuerzos están concentrados en que la ayuda llegue lo más rápido posible. Por otras catástrofes de este tipo sabemos que uno de los factores que va a determinar la supervivencia, el éxito de supervivencia de las empresas, sobre todo de los pequeños negocios, va a ser la rapidez con la que lleguen las ayudas. Por eso estamos concentrados, trabajando mano a mano con el sector privado, con las aseguradoras también, para ser capaces de desplegar las ayudas, las indemnizaciones, lo antes posible.
Ya van más de 1.700 millones que han sido abonados a los afectados. De ellos, más de 1.370 millones por parte del Consorcio de Compensación de Seguros a hogares, empresarios, propietarios de vehículos, de negocios, de viviendas, contribuyendo, como decía, para facilitar con ello la vuelta a la normalidad lo antes posible. Somos conscientes de que falta trabajo por hacer y, por lo tanto, seguimos enfocados con el objetivo de lograr esa recuperación lo más fuerte y lo más temprana posible.
Y cierro ya simplemente señalando ese compromiso. El compromiso de seguir apostando por nuestras empresas, por parte de este Ministerio, pero también por parte del Gobierno. Es un mensaje que encaja con ese elemento de optimismo y de positivismo que he dado al principio.
La economía española se ha convertido en un caso de éxito en un entorno complejo y ello no es fruto de la casualidad. Que haya aquí 500 empresas que son un reflejo del buen hacer de nuestros empresarios tampoco es fruto de la casualidad. Es el resultado de un esfuerzo, es el resultado de unas medidas, es el resultado de un avance y de una valentía que supone, como he dicho anteriormente, un éxito, un modelo que funciona en su conjunto. Apostando por ese equilibrio, enorme ambición en nuestros objetivos y mucho equilibrio en el diseño de las propias medidas.
Y así lo avalan los datos. Somos capaces de compatibilizar un crecimiento robusto, creación de empleo de calidad, mejora del poder adquisitivo de nuestros ciudadanos, sostenibilidad medioambiental, responsabilidad fiscal, una mayor competitividad. Objetivos que hasta hace nada parecían totalmente incompatibles.
Esta es la vía por la que tenemos que seguir y este es el compromiso de seguir trabajando para preservar este equilibrio virtuoso. Diseñando políticas que permitan seguir cosechando ganancias en el ámbito económico, de la productividad, de la competitividad de nuestras empresas y también acompañando, como he dicho en muchas ocasiones, a nuestras empresas, a nuestro tejido productivo, especialmente a las pymes ante los retos venideros, como también favoreciendo, esto es un win-win de nuevo, otro círculo virtuoso, avances en el ámbito social y consolidando el estado del bienestar.
Se trata de seguir avanzando. Seguir avanzando en la renovación de nuestro contrato social, enfrentando juntos los retos que vienen, económicos, sociales, medioambientales, entendiendo que el crecimiento es imprescindible. Tenemos que crecer para ser capaces de seguir afrontando estos retos de manera conjunta y este crecimiento tiene que ser sostenible, de la mano de nuestros empresarios. Tiene que ser un crecimiento justo y hacer que todos nos sintamos partícipes, empezando, por supuesto, por nuestros autónomos, por nuestros empresarios y también, como no, por nuestros trabajadores. Con esto lo dejo aquí.
Muchísimas gracias y mucho ánimo.
Transcripción realizada por el Departamento de Comunicación del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa