El Hierro acogerá mañana la representación de la obra ‘Loco’ impulsada por Sanidad, Educación y Cultura
La función de esta pieza teatral, escrita e interpretada por Álvaro Expósito y dirigida por Carlos Be, tendrá lugar a las 11:30 horas en el Centro Cultural Asabanos de Valverde, con capacidad para 250 estudiantes
Se trata de una iniciativa del Gobierno para visibilizar y combatir a través de la cultura los estigmas que afectan a las personas con patologías de salud mental, que combina la formación a profesionales de diversos ámbitos
Las consejerías de Sanidad, de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes y de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura del Gobierno de Canarias llevan la obra teatral Loco a la isla de El Hierro, con el objetivo de sensibilizar a la población joven y reducir los estigmas asociados a los problemas de salud mental.
La función se celebrará mañana jueves, a las 11:30 horas, en el Centro Cultural Asabanos de Valverde, que dispone de un aforo de 250 personas, y se repetirá el próximo martes 28 de enero en el Museo Arqueológico Benahoarita de Los Llanos de Aridane, en La Palma, con capacidad para doscientos asistentes.
El Gobierno, a través de la Consejería de Sanidad, apuesta por diferentes formatos que incluyen la formación a profesionales de todos los ámbitos y el teatro como herramienta cultural y de comunicación, como fórmula para aprender a afrontar los problemas de salud mental, evitar estigmas y buscar ayuda especializada en el caso de ser necesaria.
La creación escénica ha reunido hasta el momento alrededor de 1.300 espectadores, principalmente estudiantes de ESO y Bachillerato de Gran Canaria, Tenerife y La Gomera. La programación continuará en distintos espacios escénicos del resto del archipiélago, con el propósito de llegar a jóvenes de todas las islas.
La obra teatral
Loco, escrita e interpretada por el joven Álvaro Expósito y dirigida por Carlos Be, ofrece una perspectiva más humana de las personas con problemas de salud mental, con un tono emotivo y reflexivo, que invita al público a empatizar con quienes atraviesan estas situaciones.
La trama se centra en Alberto, un joven que se enfrenta a una mezcla caótica de emociones, marcada por la pérdida, el conflicto familiar y su dificultad para aceptar su propia vulnerabilidad. Se trata de un personaje que parece estar en constante lucha consigo mismo y con el mundo que lo rodea. Su relación con su madre es intensa y complicada, teñida de resentimiento, amor y frustración.
La madre se muestra sobreprotectora, pero también desconectada, manifestando actitudes que reflejan la incomprensión y el miedo hacia los problemas emocionales de su hijo. Esta dinámica resalta el conflicto generacional en el que los padres, a menudo, no comprenden del todo las dificultades psicológicas de sus hijos y, en cambio, las atribuyen a exageraciones o debilidades personales.
El tono de la obra varía, oscilando entre lo humorístico y lo sombrío, lo cual aporta un equilibrio que permite al espectador conectarse tanto con el dolor como con la humanidad de Alberto.
El mensaje central de Loco se revela a medida que el protagonista avanza en su introspección y confronta su propio estigma hacia la salud mental. Gradualmente, entiende que aceptar sus miedos y sufrimientos es la clave para empezar a sanar. La obra lleva al espectador a cuestionarse la normalidad y la locura, sugiriendo que todos, en algún grado, experimentamos un conflicto interno.