Desayuno informativo Nueva Economía Forum
Muchísimas gracias, gracias por la invitación, es un placer estar aquí. La verdad es que es difícil hablar siempre después de Guillermo (Fernández Vara) y más cuando subes a esta tribuna emocionado, por las bonitas palabras de Guillermo. Me gusta que haya mucho extremeño aquí hoy. La verdad es que le da un toque que normalmente no tenemos, donde normalmente no se suele poner el acento.
Pero aquí me gustaría recordar, antes de empezar, porque me ha venido a la cabeza ahora, conforme hablaba Guillermo, cuando me nombraron, si me permiten 30 segundos de anécdota, al final tienes que repasar todos los titulares de los periódicos, sobre todo la familia que te los hace llegar. Y el que más ilusión me hizo, sin ningún tipo de duda, era uno de un periódico extremeño, donde decía “Un extremeño ministro». Daba igual quién fuera el extremeño y daba igual el ministerio, pero había un elemento de orgullo en cuanto a un sentimiento de pertenencia de una región que muchas veces ha estado muy olvidada, pero que desde luego está muy presente, como bien decía Guillermo, no solo en esta estupenda película, sino en el recuerdo y en la construcción de lo que es España hoy.
Gracias Guillermo, gracias a mis compañeros también de Gabinete por su presencia hoy y a todos los amigos que están aquí escuchándome.
Es un placer compartir mi visión, intentaré ser lo más breve posible para dar paso también a preguntas y a discusión. mi visión de la situación actual de la economía española, que como verán es positiva y es optimista, como no puede ser de otra manera, pero también de esos retos que vienen por delante, como ya anticipaba Guillermo.
Veréis que, en mi discurso, en mi intervención, hay mucha coincidencia con lo que ha señalado Guillermo y no nos hemos puesto de acuerdo, esto lo quiero señalar desde ya.
Quisiera empezar, como bien ha dicho José Luis, con esos datos, con esas buenas noticias que tenemos estos días. Ayer tuvimos los datos de la EPA, además tuvimos una excelente noticia con la aprobación en el Consejo de Ministros de ese Real Decreto-ley, de esa prórroga del escudo social en muchos ámbitos, que podremos comentar también, por supuesto, si queréis.
Hoy tenemos unos datos excelentes de crecimiento. Tenemos el cierre del año 2024, donde lo que tenemos es una cifra de un crecimiento de un 0,8% en este último trimestre. Por lo tanto se mantiene el pulso, ese es el mensaje principal, el pulso del crecimiento de nuestra economía se mantiene y esto nos da una cifra del conjunto del año del 3,2%.
Llevamos más de dos años con continuas sorpresas positivas en materia de crecimiento, por recordar simplemente lo que preveían los principales analistas a principios del año 2024 para el conjunto del año, estaban en un crecimiento del 1,5 o 1,6%. Recordemos, el crecimiento final es el doble del que se preveía a principios del año, precisamente gracias a estas sorpresas positivas continuas.
Y esto lo que nos pone además, este buen pulso mantenido a final de año, es una muy buena posición para el 2025 y para el 2026, para seguir liderando entre las grandes economías a nivel europeo.
Recordemos que este 3,2% de crecimiento en el 2024 nos pone en torno a unas cuatro veces por encima de la media de la zona euro. El 40% del crecimiento de la zona euro en el 2024 viene de aquí, viene de España. Y esto de nuevo, yo creo que es un motivo de orgullo para todos, para todos nosotros, y más aún en este contexto incierto, complejo, donde las principales economías europeas pero internacionales están en una situación de desaceleración económica y este no es el caso de España.
De hecho, hace apenas una semana estábamos en Davos y la gran pregunta era, ¿qué está haciendo España? ¿Cómo es posible que España siga dando señales tan positivas en un contexto o en un entorno en el cual esa no es la tónica?
Y aquí, de nuevo, ese mensaje de optimismo, porque efectivamente estas cifras, y lo decía Guillermo, no son casualidad. Este mensaje de optimismo en cuanto a que esta buena situación de España nos sitúa muy bien posicionados para enfrentar los retos que tenemos por delante, retos que no son otra cosa que oportunidades ante esta ventana que se abre.
Y cuando digo que estamos muy bien situados, lo digo porque tenemos las herramientas necesarias para aprovechar estas oportunidades y tenemos un plan. Tenemos las herramientas porque efectivamente tenemos un capital humano muy cualificado, envidiable, tenemos un sector empresarial competitivo, tenemos acceso creciente a energía limpia, barata y tenemos, por supuesto, también conexiones, tanto digitales como físicas, que son la envidia de muchos países europeos.
Y esto, si lo sumamos a un plan en el que llevamos ya más de seis años, y que aquí me gustaría recordar también unas palabras de Guillermo que dijo allá por 2011 cuando hablaba de la renovación del modelo económico necesario para España, donde decía que lo importante es tener una brújula.
El mapa a veces puede sufrir algún tipo de variación, pero mientras que tengamos bien claro el rumbo y lo fijemos de forma nítida, acabaremos llegando precisamente allí donde queremos. Ese es precisamente el plan que tenemos, que se puede resumir, si me permiten, en torno a dos grandes ejes que son precisamente los que ha señalado Guillermo. El crecimiento y el reparto de ese crecimiento. ¿Qué queremos y para qué lo queremos? Precisamente para reducir la desigualdad con un elemento de justicia social en este reparto del crecimiento.
En cuanto al crecimiento, déjeme dar algunas pinceladas. Por supuesto, esa gran apuesta en los últimos años por la inversión, por la inversión pública, por la modernización de nuestra estructura productiva a través de los fondos europeos, a través de Next Generation EU.
Esta apuesta, desde luego, lo que ha supuesto son numerosos dividendos. Por supuesto, a corto plazo nos permitió salir de la pandemia, salir sin cicatrices de la pandemia y del shock de Ucrania o del shock de precios, pero nos está permitiendo mucho más que eso. Nos está permitiendo modernizar nuestra economía.
Cuando hablamos de creación de empleo, el empleo se crea en aquellos sectores de mayor valor añadido. Estamos creciendo, no solo creando empleo, sino también aumentando nuestra productividad por hora.
Todo esto, de nuevo, no es casualidad, es consecuencia de esa apuesta por la innovación, por la inversión en ámbitos estratégicos hacia adelante. Hablaba Guillermo de esa fábrica en Extremadura, pero precisamente este es otro de los grandes réditos de la apuesta del Plan de Recuperación. Es el elemento de cohesión territorial. Tenemos una apuesta que vincula, que engarza, que engancha el crecimiento en todos los ámbitos territoriales y esto, de nuevo, es, podríamos decir, una apuesta decidida y muchas veces novedosa, porque este ámbito territorial o esta planificación geográfica no suele estar y aquí, en este caso, es, sin duda, otro de los grandes beneficios del Plan de Recuperación. En esta dimensión regional que ya estamos notando en comunidades autónomas como Extremadura, pero en más, por ejemplo, Aragón, Castilla-La Mancha u otras.
Luego, también, este plan nos lleva a una doble dimensión de beneficio para nuestras pymes. Es el gran objetivo de que nuestras pequeñas y medianas empresas crezcan, sean más productivas, más competitivas y, por lo tanto, se puedan permitir mayores salarios, puedan atraer a trabajadores más cualificados. Toda esta agenda, de la mano de esos 40% de los fondos del Plan de Recuperación, que está llegando a nuestras pymes de manera granular.
Y, por supuesto, grandes proyectos industriales. Miro aquí a nuestro ministro de Industria, proyectos estratégicos en sectores que son las grandes apuestas de futuro. Por supuesto, tienen que ver con energías renovables, pero tienen que ver con nuestras grandes industrias, incluida la industria del vehículo eléctrico, por supuesto.
Y relacionado con esto, con esta dimensión de la apuesta por las industrias estratégicas, está otro de los grandes ejes de nuestro plan, de nuestro modelo de crecimiento, como es la apuesta por las energías renovables, por la descarbonización progresiva de nuestra economía, que, de nuevo, tiene un doble dividendo, una doble ganancia.
Por una parte, ser más eficientes energéticamente, ser capaces de producir. Hoy día, producimos dos veces lo que producíamos hace apenas 30 años, pero siendo un 5% más eficientes en materia de consumo energético. Y esto es gracias, precisamente, a esa apuesta por las energías renovables. España es el primer país, entre los grandes países avanzados, que tiene, en su producción del mix energético, más de un 50% procedente de energías renovables, casi prácticamente doblándolo en los últimos cinco años.
Y esto, decía, tiene un doble rédito. Tiene el rédito ambiental, pero también el económico. No olvidemos que esto está suponiendo un vector de competitividad en materia de costes energéticos. Análisis, por ejemplo, del Banco de España, señalando que, gracias a esta apuesta por las energías renovables, se ha reducido un 40% el coste de la energía para nuestras empresas, con respecto a lo que hubiera sido el mix energético que teníamos en el año 2018.
Ventajas, además de esta apuesta por energías renovables, como la atracción de inversiones. España es, hoy, un país líder en atracción de inversión a nivel internacional. Vamos a la base de datos del Financial Times, inversión extranjera directa. Entre el 2018 y el 2024, es decir, que esto no es cosa de un trimestre o dos, estamos hablando de seis años, España es el quinto país del mundo en nuevos proyectos de inversión extranjera directa, en proyectos greenfield. El quinto del mundo. Si nos centramos en los sectores clave, como renovables, somos los segundos. Asociado a estas renovables, inversiones en materia de I+D, de inteligencia artificial, los cuartos, a nivel mundial.
Esta es la economía española de hoy en día. Esta es la transformación que se está produciendo, como decía precisamente, gracias a que tenemos las herramientas y tenemos un plan.
Y hablábamos de estas dos dimensiones del plan. En primer lugar, crecimiento, que acabo de comentar. Y en segundo, por supuesto, el elemento de reducción de la desigualdad o justicia social.
Últimamente, en las discusiones públicas, otra forma de decirlo es, ¿cómo la macro puede llegar a lo micro? ¿Cómo podemos llegar, con estas grandes cifras de crecimiento, a afectar al día a día de nuestros ciudadanos? Por supuesto que lo hicimos en la respuesta al COVID, protegiendo a las empresas, protegiendo a nuestros trabajadores. Lo hemos hecho con medidas innovadoras, como la introducción del ingreso mínimo vital, esa convergencia del salario mínimo interprofesional con el 60% del salario medio, la actualización de las pensiones con la inflación, protegiendo precisamente el poder adquisitivo de nuestros pensionistas, un escudo social que pusimos en marcha para ayudar a los ciudadanos a capear este shock de inflación que hemos tenido en los dos últimos años.
En definitiva, proteger ese poder adquisitivo de nuestros ciudadanos, dar estabilidad laboral, dar una estabilidad vital, un entorno de certidumbre, precisamente, hacia adelante, a empresarios, autónomos, ciudadanos y trabajadores.
Pues bien, todo esto, este plan, estas herramientas, estas dos dimensiones de crecimiento y reducción de la desigualdad, nos han llevado a donde estamos hoy, con un patrón de crecimiento equilibrado. No solo estamos creciendo mucho o bien, sino que a mí me gusta siempre añadirle el punto de equilibrio.
Por eso me he puesto la corbata que nos regaló el ministro de Justicia, Félix, donde tenemos esta balanza, este punto de equilibrio, porque creo que es un buen reflejo de nuestro modelo de crecimiento.
Y cuando digo equilibrio, y lo voy a decir muy rápido y luego podemos entrar, me estoy refiriendo a que estamos siendo capaces, como decía, de crecer de manera diferencial, muy por encima de nuestros socios, con cifras récord de empleo. Tuvimos ayer la EPA con casi unos 480.000 nuevos empleos en el año 2024. Estamos cerca de los 21,9 millones de empleos en España, récord histórico, pero con una reducción a la mitad de esa tasa de temporalidad, con una tasa de paro en el 10,6%, que no se veía desde el año 2008.
De nuevo, elementos que están siendo compatibles de forma paralela y que normalmente no lo eran. Como hacer compatibles estas buenas cifras con, además, como he señalado anteriormente, un crecimiento o una cierta recuperación del poder adquisitivo de nuestros hogares, con los salarios creciendo por encima de la inflación y con esa perspectiva también de que sigan recuperando poder adquisitivo hacia adelante, puesto que la inflación se sigue moderando, y esas son las perspectivas que tiene el propio Banco de España, el propio Banco Central Europeo.
Un crecimiento, además, compatible con un sector exterior competitivo, con un sector exterior que ya no detrae, no tenemos ese agujero que teníamos en la cuenta corriente con una necesidad de financiación frente al exterior. Al contrario, el sector exterior aporta, somos capaces de financiar al exterior, al resto del mundo. Y esto no solo es turismo, es también y sobre todo la mejora que hemos tenido en servicios no turísticos. Las exportaciones en servicios no turísticos, que son servicios a empresas de alto valor añadido, servicios de telecomunicación e información, servicios de ingeniería, servicios de contabilidad, financieros, son 100.000 millones de euros estas exportaciones, por encima de lo que exportamos en turismo, que está en torno a los 95 o 96.000 millones. Para que, de nuevo, tengamos una idea de lo que es la realidad de la economía española y cómo nos estamos modernizando.
Más elementos de equilibrio. He comentado antes, por supuesto, la apuesta por una economía más verde, más limpia, más competitiva en materia energética. Y, por último, otro elemento importante que estamos siendo capaces también de encajar en este marco, que es la responsabilidad fiscal. No olvidemos que vamos creciendo y gracias a ese crecimiento y al punto de responsabilidad fiscal, este año 2024 que acaba de terminar, habremos cerrado con una reducción de la deuda con respecto a PIB de más de 20 puntos. Más de 20 puntos con respecto al pico que tuvimos como consecuencia de la respuesta a la pandemia. Recuperamos ese espacio que nos permitió responder a la pandemia y lo hemos recuperado, como decía antes, sin necesidad de tener cicatrices, sino creciendo, apostando por esa inversión, por esa renovación de nuestra economía.
Estamos, por lo tanto, ante un cambio estructural en nuestro patrón de crecimiento y nuestra estructura productiva. Y esto, como decía, nos posiciona de manera ventajosa para aprovechar las oportunidades que vienen.
Porque, efectivamente, el futuro no está exento de retos y, entre otras cosas, hablaba Guillermo del reto asociado a la inteligencia artificial, hablábamos justo antes de entrar. Desde luego, hay numerosos elementos que configuran un entorno incierto hacia adelante.
La revolución tecnológica y la capacidad de aprovechar estas herramientas como una oportunidad y no como un reto, cómo van a transformar nuestras relaciones laborales es uno de los grandes factores de incertidumbre hacia adelante.
Otro, desde luego, hemos sido conscientes hace muy poco, desafortunadamente, de esa recurrencia cada vez más frecuente de eventos climáticos adversos y extremos. Es decir, ese impacto del cambio climático en nuestro día a día, en el día a día de las decisiones con respecto a dónde poner una empresa, dónde vivir o cómo salir adelante, en este caso, para los afectados por la DANA.
El envejecimiento de nuestras sociedades, particularmente en el mundo avanzado, la desconexión muchas veces de nuestros ciudadanos con respecto al día a día de la política, el día a día de las medidas, de lo que hacemos, precisamente, en el entorno, no sólo a nivel nacional, sino europeo o, incluso, regional, muchas veces, esta desconexión que lleva, incluso, a poner en solfa la importancia de nuestras instituciones, del Estado o, incluso, de la propia democracia en el contexto actual y que, desde luego, es uno de los grandes retos que tenemos por delante.
Y, por último, otro elemento es el replanteamiento que está sucediendo respecto al orden multilateral o las reglas de juego con las que nos hemos movido en los últimos 20, 30 o, incluso, 70 años si nos remontamos a la construcción del mundo multilateral posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Todo esto, como decía, un futuro lleno de incertidumbres donde, de nuevo, me van a permitir que vuelva a nuestra brújula. Para enfrentarlo, tenemos que mantener ese sentido de ir hacia nuestro norte, hacia esos dos vectores, el crecimiento, pero no un crecimiento per se o para nada, sino con un objetivo muy claro, que es el de que este crecimiento sea justo, es decir, que contribuya a la renovación, a la actualización de nuestro contrato social.
Doy pinceladas sobre estas dos dimensiones y ya termino. En cuanto a los retos referidos al crecimiento, desde luego, yo creo que somos todos conscientes, y lo ha comentado Guillermo también, de que en gran medida va a venir marcado por la agenda europea. No podemos olvidarnos, no podemos, desde luego, desmarcarnos, lo comentábamos justo ahora con el ministro de Agricultura también, que está recién llegado de Bruselas, como la agenda europea va a marcar definitivamente lo que podamos hacer y cuáles sean nuestras capacidades para enfrentar los retos que vienen.
Y aquí tenemos una hoja de ruta también, que viene dada, entre otras cosas, por el informe Draghi, el informe Letta sobre competitividad, sobre mercado interior, la publicación hoy, si no estoy equivocado, de esa ‘Brújula de Competitividad’, de nuevo volvemos al concepto de brújula, por parte de la Comisión Europea, donde, de nuevo, yo creo que hay tres elementos esenciales en esta estrategia de crecimiento desde Europa. El primero es un elemento de la necesaria unidad, unidad entre los países europeos para ser capaces de tener de verdad una posición común, de tener un sitio a la mesa con una mayor capacidad de negociación, con un mayor peso, con el peso que nos corresponde, al fin y al cabo, de una economía de 450 millones de consumidores, una economía abierta, una economía verde y una economía innovadora.
Más allá de la necesaria unidad, el elemento de integración. La integración es fundamental hacia adelante, seguir avanzando en este proyecto, y aquí déjeme dar tres pinceladas que luego podemos entrar a discutir.
Para avanzar en la integración hay que ser muy prácticos también en materia de gobernanza. Muchas veces somos conscientes, todos los que hemos trabajado a nivel europeo, de las complejidades, de la complejidad de la gobernanza europea para ser capaces de llevar adelante recomendaciones, medidas con las que podamos estar de acuerdo y que no lleven a una frustración por no ser capaces de ponerlas sobre la mesa. Pues bien, aquí España, de nuevo, está contribuyendo con una propuesta específica de lo que hemos llamado un laboratorio de competitividad para que aquellos países, aquellos Estados miembro que quieran avanzar en un proyecto de integración puedan hacerlo en un entorno controlado con una voluntad, además de ser ese elemento, ese faro que ayude a los países que vengan detrás y que quieran incorporarse también a este tipo de proyectos.
Gobernanza, segundo elemento en integración, es, por supuesto, relacionado con el Plan de Recuperación, darle una continuidad al esfuerzo inversor que estamos haciendo. Darle una continuidad. Draghi hablaba de 800, 850 mil millones al año necesarios para dar continuidad a este esfuerzo inversor en materia verde, en materia digital, en materia de seguridad económica, al fin y al cabo. Pues bien, tenemos que ser capaces de levantar esos 850 mil millones, de conseguir cerrar la brecha de financiación y aquí hay muchas tareas por delante.
La primera de ellas tiene que ver con el sector privado, tiene que ver con la Unión de mercado de capitales, avanzar para que los ahorros que se producen, que se generan en Europa, sirvan no sólo para la creación de empresas en Europa, sino para su crecimiento. Que seamos capaces de acompañar con un ecosistema saludable, reforzado, líquido, a nuestras empresas innovadoras en ese crecimiento en Europa.
Pero también, más allá del sector privado, tiene que haber un acompañamiento, tiene que seguir acompañando al sector público y sobre todo desde el ámbito europeo. Muchos de estos grandes proyectos son bienes públicos europeos, son proyectos genuinamente europeos, con beneficios para todos. Y aquí tiene que estar Europa, tiene que seguir estando en Europa, no sólo aprovechando al máximo las posibilidades que nos ofrecen las instituciones, las herramientas ya disponibles, entre otras, por supuesto, el Banco Europeo de Inversiones, sino también dándole continuidad a ese esfuerzo conjunto que supone Next Generation EU, dándole continuidad a lo que es la posibilidad de tener una emisión de deuda conjunta y, por lo tanto, una financiación conjunta de estos grandes proyectos europeos. Estas serán algunas de las grandes discusiones que tendremos en los próximos meses, pero yo creo que podemos enfrentar con garantías, sobre todo poniendo sobre la mesa el caso de éxito de España y de Next Generation EU y esta combinación virtuosa, como vemos, simplemente en las cifras.
Tercer elemento relacionado con la integración, que quería mencionar, es, por supuesto, el elemento asociado a la carga regulatoria, asociado a la simplificación administrativa en la que necesitamos avanzar también a nivel europeo y donde yo creo que hay un consenso sobre la avenida, sobre la dirección del trabajo y donde, además, tanto a nivel europeo como a nivel nacional estamos poniendo ya importantes iniciativas sobre la mesa.
Aquí me gusta siempre recalcar esta iniciativa que estamos teniendo con las comunidades autónomas, corporaciones locales, ese Régimen 20 que hemos llamado, es tener un régimen simplificado, armonizado, para que las empresas puedan operar de manera singular en todas las comunidades autónomas, en las distintas corporaciones locales o municipios, sin hacer frente a obstáculos adicionales o muchas veces a divergencias en materia de los requisitos o de las barreras administrativas para fomentar que España sea de verdad un mercado único, un mercado integrado. Y luego, desde España, poder ampliar esta receta, hablábamos ahora también con el representante de la Cámara de Comercio en Portugal, ampliándolo a nuestros socios portugueses, teniendo un mercado ibérico plenamente integrado y de ahí escalarlo también al resto de Europa.
Unidad, integración y otro elemento fundamental a nivel europeo que es reforzar las relaciones estratégicas de la Unión con otras áreas que son clave para Europa y aquí simplemente mencionar dos proyectos recientes que van a ser además particularmente importantes para España como es el acuerdo con Mercosur, que espero que ratifiquemos a nivel europeo, y el acuerdo también con México. Son dos buenos pasos, dos pasos necesarios que marcan el camino también de por dónde tenemos que ir a nivel europeo.
Y hablaba de esta brújula que tenemos que mantener hacia adelante que tiene esta perspectiva de crecimiento, pero termino ya con la segunda perspectiva, como decía, que es esa renovación del contrato social. Como decía Guillermo, responder precisamente a las demandas de los ciudadanos. Trasladar una sensación de certidumbre y oportunidad a los agentes económicos, a las empresas, a nuestros trabajadores y por supuesto también, como decía, a nuestras familias. No solo partiendo de unas instituciones inclusivas que ya hemos visto en la entrega del último premio Nobel a Acemoglu y coautores, que son fundamentales para avanzar en este ámbito, sino también seguir reforzando esa relación que es tan exitosa en España entre los distintos agentes sociales, que salga desde luego reforzada. Hemos visto la negociación colectiva, cómo está contribuyendo, entre otras cosas, he dicho anteriormente, a que avancemos en esa recuperación del poder adquisitivo, habiendo evitado uno de los grandes peligros que nos decían hace apenas unos meses. Esa espiral entre inflación y salarios no se ha producido y, entre otras cosas, gracias a esa responsabilidad y al buen funcionamiento de nuestra negociación colectiva y del diálogo social. Por lo tanto, de nuevo, reforzar estos elementos porque son clave hacia adelante.
Grandes retos y conquistas en materia social. Por supuesto, cuando hablamos de dar certidumbre a los ciudadanos, está el reto del acceso asequible a una opción de vivienda. El reto del mercado de la vivienda, no sólo para nuestros jóvenes, sino en general para los vulnerables, pero también para la clase media en España, es sin duda el reto de la legislatura.
Elementos adicionales como acompañar a nuestros trabajadores ante las necesidades constantes de recualificación, seguir avanzando en las mejoras salariales, que entre otras cosas están asociadas a esas mejoras de productividad que vamos buscando en la vertiente del mayor crecimiento, de la mayor competitividad y avances adicionales, conquistas adicionales como vamos viendo que vamos consiguiendo y que vamos haciéndolas compatibles con el crecimiento, entre ellas la siguiente, como sabemos todos, esos avances de la reducción de la jornada laboral.
Y cierro ya, simplemente, haciendo un resumen de estos dos mensajes clave.
Primero, fortaleza de la economía española. Un caso de éxito, como he dicho, que es fruto del trabajo de todos, de todos los agentes económicos y sociales, y fruto, precisamente, de ese rumbo de política económica que tenemos muy claro.
Y esto, por lo tanto, yo creo que es un elemento que debería llenarnos de orgullo y que deberíamos estar comentando y que deberíamos estar fomentando también en la discusión pública todos, porque, como decía, es consecuencia y responsabilidad de todos.
Hemos sido capaces de crecer y de hacerlo conquistando derechos y esto, desde luego, es el rumbo y el camino que queremos seguir hacia adelante con un compromiso enorme, y aquí seguro que lo corroboran mis compañeros de Gabinete de Consejo de Ministros, de seguir trabajando en esta dirección, creciendo, siendo más productivos, más competitivos, más resilientes, pero no olvidando, ¿para qué? ¿Para qué crecemos? Que, por supuesto, es para seguir mejorando la vida al día a día de nuestros ciudadanos.
Muchas gracias.
Transcripción realizada por el Departamento de Comunicación del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa