El programa ‘Cuidar a quienes cuidan’ se potencia para aliviar la sobrecarga física y emocional de las personas cuidadoras
La Junta de Gobierno ha aprobado hoy el nuevo contrato de ‘Cuidar a quienes cuidan’, el programa con el que el Ayuntamiento de Madrid proporciona asesoramiento e intervención psicoterapéutica a cuidadores no profesionales de personas dependientes con el objetivo de mejorar su calidad de vida. Tal como ha informado la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz, el Consistorio dedicará un gasto plurianual de 1 millón de euros a este servicio que comprende atención individual en domicilio, sesiones grupales de apoyo y llamadas telefónicas encaminadas a que estas personas cuidadoras alivien la sobrecarga que suponen las relaciones de cuidados, de forma que se minimicen los riesgos que puedan ocasionar en su salud física y mental y en sus relaciones familiares y sociales.
El programa, impulsado por el Área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, incluye acciones de prevención e intervención. Así, se ofrece a las personas cuidadoras apoyo psicológico y refuerzo emocional, se fomenta su autocuidado y se favorece que acepten los recursos sociales disponibles que permitan revertir las situaciones negativas asociadas a su labor de cuidados. Al mismo tiempo, se les facilitan herramientas que les ayuden a mejorar su capacidad para cuidar a personas dependientes, se trabaja para prevenir situaciones de soledad no deseada y se fomenta la socialización y ayuda mutua entre los cuidadores para evitar el aislamiento. Todo ello, con la finalidad de mejorar tanto la vida del beneficiario directo del programa, el cuidador, como de la persona necesitada de cuidados.
Respiro, actividades antiestrés y socialización
Entre las actuaciones a desarrollar, destaca la atención grupal, en la que se ayuda a las personas cuidadoras a afrontar esta tarea con mayor pericia y fortaleza emocional. En ellas, se abordan desde las problemáticas que afectan a las personas a quienes cuidan (insomnio, agresividad o incontinencia urinaria) como el acceso a ayudas o temas jurídicos. Además, se facilita el respiro, combatiendo el estrés de forma lúdica, con talleres que favorezcan la relajación, el empoderamiento personal y el abandono de sentimientos negativos como la culpa o el reproche al tiempo que se abren nuevas oportunidades de relaciones sociales.
En concreto, se lleva a cabo una sesión de presentación, nueve sesiones terapéuticas, ocho sesiones antiestrés, dos sesiones socializadoras y seis sesiones educativas. Se realizan dos ediciones por año en cada uno de los 21 distritos, lo que supone desplegar más de 1.000 sesiones anuales. Como característica, el nuevo contrato, que se ejecutará entre octubre de 2025 y septiembre de 2027, contempla que las sesiones no sean alternas como hasta ahora, sino por bloques temáticos para aumentar la adherencia a los grupos y no romper dinámicas.
Visitas a domicilio y llamadas de seguimiento
Por su parte, las visitas a domicilio están diseñadas para valorar las circunstancias en las que se presta el cuidado, las necesidades de la persona dependiente, los apoyos con los que cuenta el cuidador y el estado de la vivienda. De esta forma, se detectan necesidades no cubiertas o situaciones de vulnerabilidad y se ofrece asesoramiento para mejorar las deficiencias. Además, en estas visitas se informa a las personas cuidadoras de las distintas posibilidades y recursos más adecuados para mejorar su situación tanto dentro como fuera del hogar.
La atención telefónica es útil para el seguimiento de los grupos terapéuticos y la valoración de las ausencias semanales a los mismos. También para conseguir la adherencia al grupo a la incorporación a nuevos grupos. Asimismo, sirven para la captación de personas que han solicitado información o han manifestado su interés en algún momento, pero que todavía no se han apuntado al programa. En paralelo, funciona como un servicio a demanda para la resolución de dudas y la comunicación con los profesionales de referencia.
En el año 2024, se contabilizaron 1.289 atenciones individuales a domicilio, de las cuales 1.021 fueron a mujeres cuidadoras y 268 a hombres. Esta intervención grupal alcanzó los 964 usuarios el año pasado. Además, se llevaron a cabo más de 16.000 llamadas telefónicas a 1.867 personas cuidadoras. La satisfacción global de los beneficiarios del programa fue de un 9 sobre 10.