La Comunidad refuerza su acción para frenar los efectos de la sequía en las masas forestales y hacerlas más resilientes al cambio climático
23/10/2024
La Comunidad refuerza su acción para frenar los efectos de la sequía en las masas forestales y hacerlas más resilientes al cambio climático
La inversión prevista este año supera los 6 millones de euros con el fin de mitigar la incidencia que la ausencia de precipitaciones y la subida de las temperaturas medias provocan en la superficie arbórea
La Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor refuerza todas sus actuaciones para frenar y revertir los efectos de la sequía en las masas forestales de la Región. El consejero, Juan María Vázquez, presentó esta mañana las acciones en las que este año se van a invertir 6 millones de euros. Vázquez afirmó que “la prueba de que el Ejecutivo regional se toma muy en serio este reto es la reorientación de 998.446 euros del Fondo de Mejoras que establece la Ley de Montes para la adaptación de masas forestales y montes públicos al cambio climático y la sequía”.
Los 250 efectivos que conforman las 24 Brigadas Forestales tendrán como prioridad controlar los daños y plagas en entornos estratégicos, priorizando a las áreas afectadas por perforadores, debido a que tienen más riesgo de extenderse, para lo que se destinarán 3 millones de euros. Además, se sumarán 30 efectivos para tareas de selvicultura y control de plagas a través de la empresa pública Tragsa y una inversión de 1,5 millones con fondos FEADER europeos.
Vázquez precisó que la “hoja de ruta para afrontar una sequía extraordinaria, sin precedentes en los últimos 63 años se centra en tres ejes”. El primero, que “es clave”, consiste en mejorar la toma de decisiones y anticipar las situaciones críticas, al tiempo que se genera un inventario exhaustivo de las zonas afectadas y en riesgo. En esta área hay prevista una inversión de 990.000 euros para labores de trampeo, prospección y seguimiento de plagas forestales y especies de cuarentena, así como el estudio y digitalización de las redes de seguimiento de daños.
El segundo eje se centra en los avanzados sistemas de teledetección y digitalización de que dispone la Consejería. Estos sistemas de monitorización llevan activos 16 años en 47 parcelas de seguimiento de las masas forestales, “lo que ha permitido reaccionar inmediatamente ante los datos de incidencia del cambio climático y estudiar de forma constante las plagas y enfermedades presentes en nuestros bosques”, precisó el consejero. En esta línea, se prevé invertir 520.000 euros en limpieza y actuaciones fitosanitarias contra la procesionaria del pino, perforadores y muérdago.
El tercer pilar conlleva un trabajo de campo más activo, con actuaciones de silvicultura por parte de más de 270 efectivos, que trabajan in situ para garantizar la salubridad de la masa forestal y la seguridad de las personas e infraestructuras. A ellos se suman el personal de la Consejería encargado de la coordinación y seguimiento de los trabajos y los agentes ambientales que monitorizan continuamente las masas forestales, con lo que en total se movilizan más de 400 efectivos.
Las actuaciones de silvicultura se financian mediante el Fondo de Mejoras (998.446 euros). Así, una primera partida de 536.191 euros se repartirá entre ocho municipios (Jumilla, Fortuna, Lorca, Abarán, Calasparra, Mazarrón, Cehegín y Blanca) y los restantes 462.25 se distribuyen entre el conjunto de montes públicos de la Región, que ocupan terrenos en un tercio de sus municipios (15).
Afectada el 6,5 por ciento de la superficie arbolada
El consejero informó de que los primeros síntomas de afección por sequía en las masas forestales se detectaron en enero y se han identificado 622 zonas afectadas, que suman 20.000 hectáreas, lo que supone el 6,5 por ciento de las más de 308.000 que componen la superficie forestal arbolada de la Región.
Las zonas en las que más incide el cambio climático y la sequía son la franja costera, la zona prelitoral y el Valle del Segura, que han sido identificadas gracias a los indicadores de sequía y el seguimiento por satélite que efectúa la Consejería de Medio Ambiente.
Vázquez destacó que, “a pesar de que estos periodos son cíclicos, la actual sequía que afrontamos es, según los expertos y técnicos, la más grave desde 1994, y se ha acentuado por los efectos del cambio climático”. Expresó la preocupación de su departamento “porque el daño ocasionado puede ser mayor al de los últimos ciclos de ausencia de precipitaciones y elevadas temperaturas”.
El consejero exhortó al resto de administraciones públicas a que “se impliquen a la hora de afrontar esta situación de emergencia climática”. Y añadió, “para afrontar el reto de proteger nuestro patrimonio natural necesitamos la colaboración tanto estatal como europea, ya que la sequía y la desertificación son un problema ambiental global, complejo y preocupante que representa una amenaza significativa para todos”.
De cara al futuro, hay diseñado un conjunto de acciones de información trimestral de la evolución de la situación, actuaciones de adaptación de las masas forestales al cambio climático y a los efectos de la sequía y ayudas al aprovechamiento de la biomasa y gestión de los espacios privados.
La sequía extraordinaria también afecta a las comunidades vecinas de Andalucía y Valencia. Los datos del último año hidrológico apuntan a precipitaciones de 137 litros por metro cuadrado, “lo que supone un 57 por ciento de precipitaciones por debajo de lo normal, e incluso en algunas zonas esta cantidad es muy inferior y similar a la que reciben anualmente en algunas zonas desérticas”, explicó Vázquez.
“Hemos identificado el problema, somos muy conscientes de su envergadura y estamos tomando medidas”, resumió el titular de Medio Ambiente, quien consideró que “la ausencia de lluvias suficientes y eficientes, así como el ascenso de la temperatura media están afectando a la humedad del suelo, una variable de las dependen la flora y las masas arbóreas afectadas por el estrés hídrico”.