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Una grieta. Filosofía pirata

Una grieta. Filosofía pirata pugnó por abrir un espacio distinto donde, a partir de algunos disparadores «filosóficos» (citas inspiradoras de divers+s autor+s y pensador+s profesionales o no), el alumnado pudiera hacer sus propias conexiones y resonancias con los materiales empleados, hablar desde su vida, llevarse el pensamiento a su experiencia, etcétera. Un «taller de filosofía pirata», en el sentido de que importa menos la transmisión o asimilación de conocimiento académico que la activación de pensamiento propio.Este encuentro busca compartir la experiencia adquirida en Una grieta. Filosofía pirata, proyecto desarrollado durante el curso 2022-2023 con Amador Fernández-Savater y un grupo de Bachillerato del IES Iturralde de Madrid.El encuentro está dirigido a la comunidad educativa, pero también a cualquiera que se sienta interpelado como padre, madre, docente, ciudadan+, para pensar en común modos de continuar insistiendo en esta apuesta: pensar una escuela en la que las personas que aprenden sean sujetos protagonistas de su propio aprendizaje y pensamiento.Juan Luis Sánchez González es profesor de Filosofía del IES Iturralde en Madrid. Le acompañan en el encuentro un grupo de alumnos de 1º de Bachillerato.

Participantes

Amador Fernández-Savater es filósofo, escritor y activista español, conocido por sus ensayos sobre filosofía y acción social. Investigador y editor de Acuarela Libros, ha participado en varios movimientos sociales (estudiantil, antiglobalización, copyleft, “no a la guerra”, V de Vivienda, 15M, entre otros). Es autor de diversas publicaciones y textos web, además de coordinar talleres de pensamiento y otros proyectos que pueden encontrarse en el portal web Filosofía Pirata.El proyecto se origina a partir de observar que l+s alumn+s aparecen habitualmente como objetos del discurso de otr+s como víctimas —de pandemias y acosos, de todo tipo de trastornos, de las tecnologías y las modas banales—, pero casi nunca como protagonistas. Son objetos del enunciado, pero no sujetos de enunciación. Así, en tanto que objetos, ya sea en forma de víctimas o victimarios, se presentan socialmente como anomalías en comparación a los ideales que proyecta la sociedad adulta; algo «inadecuados» y siempre en déficit con respecto a lo que «deberían ser».Cristina Gutiérrez Andérez es coordinadora de la sección Escuelas del Área de Educación del Museo Reina Sofía.

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