Condeduque inaugura la exposición Las verbenas desiertas. Apariciones y desapariciones en el arte contemporáneo – Ayuntamiento de Madrid

El Centro de Cultura Contemporánea Condeduque, perteneciente al Área de Cultura, Turismo y Deporte, ha inaugurado en la Sala de Bóvedas la exposición colectiva, comisariada por Manuela Pedrón Nicolau y Jaime González Cela, Las verbenas desiertas. Apariciones y desapariciones en el arte contemporáneo, que amplía la visión de lo fantasmagórico a través de sus piezas, que dan forma a diferentes presencias de nuestro entorno a través de la luz, el sonido y la materia.

Algunas de estas manifestaciones espectrales proceden de episodios olvidados de la historia reciente, otras son proyecciones de un futuro no cumplido. Hay duelos y tentativas de diálogo con los espíritus de las formas de vida no humanas. Llegan así los ecos de siglos atrás guardados en las piedras e incluso imágenes de otras dimensiones.

La exposición colectiva incluye a los artistas Ana Laura Aláez, Paco Chanivet, Pere Llobera, Carlos Monleón, Clara Montoya, Clara Moreno Cela, Elsa Paricio, Fernando Sánchez Castillo y los dibujos del arquitecto, ya desaparecido, Luis Moya.

Recorrido de la exposición

El ambiente espectral y onírico es una clara referencia a los conceptos espectrales aplicados a la política, socioeconomía y cultura del académico y crítico cultural británico Mark Fisher (1968-2017), que sirven de guía para esta temporada del Centro de Cultura Contemporánea Condeduque 2023/2024.

Al descender las escaleras de la Sala de Bóvedas se encuentra la instalación luminosa de Fernando Sánchez Castillo Filamento del Guernica, 2022, formada por un hilo de luz que reproduce a gran escala el filamento de la bombilla del Guernica de Picasso. Esa imagen icónica toma vida en esta pieza al utilizar su luz para emitir en código morse, un listado de nombres de personas víctimas de la represión en la posguerra junto al poema de Miguel Hernández, El herido. Un gesto que, desde la lógica del monumento y la reparación, traslada a la sala el relato y los nombres de estos incómodos fantasmas que siguen habitando la ciudad.

Elsa Paricio, junto a su familia, lleva desarrollando en los últimos años una institución ficticia con actividad real. Bajo el nombre de N.I.N.E.S: Novel Institut Noticing External Signals, en castellano María de los Ángeles, este proyecto de investigación opera en el jardín de la familia Paricio, en Guadalajara, siendo un instrumento de visión intra-extra-planetaria que, a través de un escaneo azaroso del universo protoceánico, desvela poéticamente los mundos que somos en lugares que desconocemos. A partir de septiembre de 2020, es también un centro de investigación dedicado a psicografía como parte del duelo por la pérdida de María de los Ángeles, tía/madre de Elsa. En la muestra se expondrán dos de las últimas formalizaciones en que se presentan los resultados de la investigación. Dibujos formados por capas de sedimentación de agua marina secada al sol en el patio familiar cuya apariencia remite a las primeras fotografías espaciales y a los mapas cartográficos de fondos marinos.

Ana Laura Aláez presenta el trabajo que ha estado desarrollando en 2023 en la Academia de España en Roma: las tres esculturas Acaricia y golpea (una de nosotras), Ancestral Echoes (1) y (2) y el vinilo Acaricia y golpea, una colaboración con Ascii Disco, que hace la música, y con textos de la artista. Realizado en un diálogo profundo con las formas y el peso de la tradición escultórica en la ciudad de Roma, Ana Laura se enfrentó a la escultura romana barroca de mujeres en éxtasis como Santa Teresa o Santa Ludovica, ambas de Bernini, para preguntarse cómo lidiar con estos ecos ancestrales del papel de lo femenino en la historia. El resultado son uñas, arañazos, puños y sus rastros que buscan encontrar un lugar. Estas obras nos remiten a la historia del arte también entendida como mitología del arte, como parte de una hauntología, es decir una herencia que asombra y reaparece cíclicamente.

La instalación de Paco Chanivet, Interregno se pudo ver en La Fundación Miró en 2019 y se adapta a la Sala de Bóvedas. Originada en lecturas vinculadas al horror cósmico como Lovecraft, la instalación trata sobre el miedo a lo desconocido. El artista aborda los límites de lo humano, dejándonos atisbar un universo espectral, intermedio, nebuloso y terrorífico en el que la humanidad ha sido sustraída. La pieza central de la instalación, que ahora se instala en la Sala de Bóvedas, es una máquina basada en los antiguos planetarios mecánicos. Una herramienta inclasificable coronada por formas anatómicas aberrantes y fantasmagóricas, delirios formales inspirados en órganos y funciones fundamentales de nuestra especie: pensar, hablar y reproducirse. Un mecanismo monstruoso que orbita sobre sí mismo condenado a un movimiento hermético, alienado y autocomplaciente.

Trastienda Seseña es el título del nuevo proyecto de Clara Moreno Cela ideado a partir de la idea de backrooms, las ficciones de internet, subgénero de los creepypaste (leyendas urbanas de internet, relatos que a veces también toman forma visual). La artista toma la dinámica de construcción de repetición infinita, conectada y espejada de los backrooms a través de dibujos, vídeo y vinilos. Con este tono inquietante y “de mal rollo” del backroom, heredero del cine y literatura de terror, las piezas forman un nuevo relato inspirado en el mito Seseña, esa gran urbanización construida y nunca habitada por la crisis y la malversación. Normalmente los backrooms son 3D hechos con un diseño tecnológico muy preciso. Ella lo lleva todo al low cost cañí: el vídeo grabado en Seseña con la complejidad de lidiar con su mito pero que no está desierto, sino habitado.

Las cinco esculturas sonoras de la serie La inevitabilidad de la boca que componen la instalación presentada en esta muestra del artista Carlos Monleón son parte de su investigación sobre la relación entre percepción corporal y patrones digitales. Están formadas a partir de estudios de descomposición de sonidos humanos no lingüísticos y formas aisladas de figuras de patrones de reconocimiento de sistemas de reconocimiento visual. Resultan familiares y extrañas al mismo tiempo, poniendo a prueba la capacidad de percepción desde estas estrategias de desorientación.

Pere Llobera dice que camina por Barcelona como un fantasma que sólo dialoga con lo que ya no está. Es un apasionado de las rarezas, lo insólito, la contracultura y la gente que se comporta como un «verso libre», la bohemia, el teatro, y el cabaret. La instalación The Kindness of the Clowns, 2024, es el punto final de un juego de espejos, citas y traducciones entre poesía, pintura y escultura. Llobera está obsesionado por el poema extraño del poeta estadounidense Kenneth Patchen, publicado con el mismo título en 1958. Entre lo fantasmagórico y violento con notas de ternura y compasión, el artista ha realizado una gran pintura en la que representa una de las escenas descritas, y que para esta exposición ha decidido transformar en un diorama, en el que un nutrido grupo de inquietantes payasos se acerca con ambiguas intenciones a la cabaña del bosque donde habita el protagonista/autor de la obra.

En esta exposición se recupera un proyecto que nunca llegó a llevarse a cabo y que ideó el arquitecto Luis Moya, arquitecto vinculado a cierta renovación de la tradición arquitectónica española, a la experimentación con las formas clásicas y que durante algunos años fue cercano al movimiento surrealista, aunque siempre mantuvo posiciones reaccionarias y enfrentadas al movimiento moderno.  Durante la guerra civil, planteó la construcción en Madrid del enorme complejo funerario Sueño arquitectónico para la exaltación nacional. En Las verbenas desiertas se muestran muchas de las piezas que componen el proyecto junto a una pieza excepcional, que abandona el lenguaje del dibujo técnico y se acerca al del cómic y la animación, provenientes de los fondos de la Biblioteca de la ETSAM y una colección particular.

La artista Clara Montoya participa en Las verbenas desiertas con TÚ, una instalación que se compone de varias máquinas de luz yuxtapuestas y sincronizadas cuyas fluctuaciones evocan la reverberación del sol sobre el agua. La luz altera la sala de manera constante, revelando o escondiendo el entorno y aludiendo a la percepción cambiante de lo que nos rodea. La obra está ligada a una larga investigación de la artista sobre el río Whanganui, el tercer río más largo de Nueva Zelanda, primero en ser reconocido legalmente como persona. Esta designación, así como el diálogo establecido entre las partes implicadas en su reconocimiento, invitan a explorar los parámetros de construcción del individuo y de la identidad, los procesos de negociación, o la capacidad humana de tejer conceptos y realidades. /

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